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Los votos del sur decidirán las elecciones italianas del 13 de mayo

El Olivo espera beneficiarse de los errores 'mediáticos' de Berlusconi

Hay otros factores menos cuantificables pero igualmente decisivos en juego. El centro-izquierda confía en la sangría de votos que puedan causarle a la coalición de oposición los errores mediáticos de su líder, Silvio Berlusconi. La semana pasada, unas declaraciones de Il Cavaliere, en las que equiparaba la izquierda democrática con los terroristas de izquierda, presuntamente culpables del asesinato, en mayo de 1999, de Massimo D'Antona, asesor del Ministerio de Trabajo, recibieron una condena unánime. También está por ver a quién quitarán votos partidos menores como la Italia de los Valores-Lista Di Pietro, la Lista Bonino o Democracia Europea, el partido fundado por el ex primer ministro Giulio Andreotti.

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'El sistema electoral italiano penaliza mucho a las coaliciones cuando se presenta una sigla nueva que compite en el mismo espacio electoral', añade D'Alimonte. Dicho en otras palabras, el nuevo partido puede arañar suficientes votos como para hacerle perder escaños fundamentales. La razón es sencilla: el sistema electoral italiano es un complejo mixto de mayoritario y proporcional. Por el sistema mayoritario se elige un 75% de los 630 escaños de la Cámara de Diputados, es decir 475, por el proporcional, el restante 25% (155 escaños). Aunque una coalición reciba muchos más votos que la otra a escala nacional, la partida esencial se juega en esos 475 colegios uninominales. De ahí la gravedad de los errores o de la dispersión del voto. Coinciden con D'Alimonte, Renato Mannheimer, director del instituto de encuestas IPSO, de Milán, y Pasquale Pasquino, de la Fundación Adriano Olivetti.

'En Italia ha ganado siempre la derecha', observa D'Alimonte, 'salvo en 1996, porque se presentó desunida, el Polo por un lado y la Liga Norte por otro. Pero, además, los candidatos de la derecha tuvieron un 3,6% menos de votos que los partidos que representaban. Se produjo un fenómeno de despegue muy grave que le hizo perder las elecciones a Silvio Berlusconi'. Este peligro subsiste, en opinión de los expertos, y puede jugarle todavía una mala pasada a la Casa de las Libertades, a la que la mayoría de los sondeos dan por vencedora el 13 de mayo.

Mannheimer advierte de que las encuestas no sirven demasiado para predecir cual será el comportamiento de los italianos. 'Se hacen a escala nacional, pero la mayoría de los candidatos no se eligen a este nivel, sino por el sistema mayoritario. De poco le sirve a una coalición tener mucho apoyo en general si en los diferentes colegios pierde por un puñado de votos', añade. Oto factor que pesará decisivamente es el abstencionismo. 'Es un fenómeno en aumento, que afecta ya a más del 30% del electorado', dice Mannheimer.

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