Los cafetaleros de Nicaragua exigen al Gobierno una solución a la crisis

Los manifestantes, entre los que se encontraban varios diputados y miembros del Gobierno en calidad de propietarios de cafetales, se negaron a entrevistarse con el líder de la oposición argumentando que la marcha carecía de contenido político.

El sector ha sufrido unas pérdidas de 90 millones de dólares debido al caída de los precios internacionales, hundidos por la sobreoferta mundial provocada por el aumento de la producción vietnamita y brasileña. El quintal del grano clase oro se cotiza en abril a 56,65 dólares estadounidenses, cuando el año pasado se pagaba en 65 dólares. 30.000 productores (el 80% del total) ven imposible hacer frente a las deudas contraidas con entidades bancarias y casas comercializadoras. Los pagos vencen el próximo día 30, fecha a partir de la cual, si no se cancelan las deudas, los acreedores procederán al embargo de las propiedades. Ya han sido despedidos de sus puestos de trabajo 80.000 cortadores de grano.

El Gobierno ha propuesto subvencionar con 25 dólares cada quintal exportado, una medida considerada insatisfactoria por los productores, que solicitan una ayuda de al menos 40 dólares por quintal. Los manifestantes también exigen la suspensión de las ejecuciones bancarias, la reestructuración de las deudas atendiendo al precio internacional del grano, la elaboración de un programa de reconversión productiva de 10.000 manzanas (6960 hectáreas) de cafetos, la puesta en libertad de 14 personas que fueron detenidas por tratar de impedir el embargo de sus tierras y una flexibilización de las condiciones del Plan de Ajuste Estructural (ESAF, en sus siglas en inglés). Del cumplimiento del ESAF, una serie de metas macroeconómicas fijadas por el Fondo Monetario internacional y el Banco Mundial, depende la condonación de gran parte de la deuda externa nicaragüense. El presidente, el liberal Arnoldo Alemán, si bien apoyó moralmente a los cafetaleros -"Yo debería ir allí adelante, porque no soy cafetalero de ahora, sino de ayer"-, se lavó las manos aduciendo que el Plan de Ajuste apenas deja margen de movimiento al Gobierno: "Debemos cumplir estrictamente con el ESAF, si no, nos botan. La solución no está en Nicaragua, si no en el exterior". Esta solución exterior, según el mandatario, son nuevas ayudas económicas de los organismos internacionales.

La marcha transcurrió pacíficamente y sólo se registró un incidente: una caja de morteros, paquetes explosivos que se disparan con gran ruido durante las protestas, estalló dentro del camión que lo transportaba. Cuatro manifestantes que viajaban en el vehículo resultaron heridos de gravedad con quemaduras en diversas partes del cuerpo.