El Barça despide a Serra Ferrer y nombra entrenador a Rexach

La plana mayor de la junta directiva ya había presionado a Gaspart para que hiciera efectivo el despido del técnico tras el partido de la Copa de la UEFA en Liverpool (1-0). La derrota y la mala imagen que ofreció el equipo el domingo en El Sadar ante Osasuna (3-1) dejaron vista para sentencia la destitución. No obstante, Gaspart abrió consultas y habló ayer dos veces tanto con Rexach como con Serra Ferrer, con el que almorzó.

La situación es compleja debido a que Serra Ferrer, además de entrenador, ejerce también como director técnico. Las competencias ya se habían solapado a lo largo de la temporada y habían creado conflictos evidentes. Rexach, en su calidad de asesor deportivo de Gaspart, había propuesto el fichaje del brasileño Cris en diciembre y, cuando estaba prácticamente hecho, Serra Ferrer lo rechazó. Rexach fue entonces nombrado adjunto a la dirección técnica. A pesar de estos antecedentes y de que las diferencias entre ambos técnicos son evidentes, Gaspart afirmó que está tranquilo respecto al futuro porque entre Serra Ferrer y Rexach se ha confeccionado la lista de refuerzos para la próxima temporada.

El presidente expuso su deseo de no precipitarse y no dio ninguna pista sobre quién será el entrenador el curso próximo. Rexach, que ejercerá por el momento hasta que concluya la temporada, se ha compromido a reflotar al equipo clasificándolo para la Liga de Campeones y la final de la Copa. En su comparecencia ante la prensa junto a Gaspart, Rexach habló de doce partidos, los siete que quedan de Liga -su debú en el banquillo será el domingo en el Camp Nou ante el Celta-, los tres de Copa -dando por supuesto que se superará la semifinal ante el Celta- y los dos de la Copa Catalana: de hecho, será en esta competición menor en la que dirigirá el jueves su primer partido, contra el Gramenet, de la Segunda B. Gaspart asumió la responsabilidad tanto de haber nombrado a Serra Ferrer -era el técnico de consenso de los aspirantes a la presidencia- como de su destitución.

Rexach no deseaba entrenar este año -'si hubiera querido, se lo habría pedido a Gaspart en las elecciones y él seguramente lo habría aceptado', explicó-, achacó la situación a la 'falta de confianza' y la 'mala suerte' y se mostró optimista: 'Hay equipo suficiente para estar a la altura de las circunstancias en los 12 partidos que quedan. Es un reto importante, pero en la vida hay que ser valiente. Hay que dejar de lado el pesimismo que tenemos los catalanes'. Gaspart, que aludió a la 'época gloriosa' del Dream Team, admitió el mal momento del equipo, pero dijo que es 'circunstancial' y, desafiante, manifestó: 'Hoy es un día negro, pero para aquéllos que ríen, aviso, el que ríe el último ríe mejor'.