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Reportaje:

Ratones de conservatorio

UGT denuncia que roedores, cucarachas y moscas campan a sus anchas en la escuela municipal de música de Benidorm

Entre los estudiantes de música del conservatorio municipal de Benidorm no hay ningún flautista como el de Hamelin, que se llevaba tras de sí a los ratones, encantados con el sonido del instrumento. En la escuela de música benidormí puede pasar algo parecido al relato de los hermanos Grimm: que al final se lleven a los niños de las instalaciones si alguien no acaba con los ratoncillos, cucarachas y otras faunas que campan a sus anchas por el centro.

La presencia de roedores en el Conservatorio Municipal de Benidorm ha desatado la polémica entre los responsables del centro, y ha originado una denuncia del sindicato UGT que, en una de sus visitas rutinarias al centro, detectó que las condiciones de enseñanza dejan mucho que desear, tanto en higiene como en el estado general de las instalaciones, radicadas en los bajos de la plaza de toros.

Según UGT, las ratas, cucarachas y moscas conforman una fauna habitual que convive con alumnos y profesores. 'Las ratas corren por allí como Pedro por su casa', dijo ayer un sindicalista de UGT.

La dirección del conservatorio, por el contrario, sólo confirma la presencia de un ratón, y niega la de otros animales. Daniel Caneiro, secretario de organización de FSP-UGT en el Ayuntamiento de Benidorm, asegura que durante la inspección observaron 'el continuo transitar de ratas por las diversas salas y una inmensa cantidad de moscas que sobrevuelan las distintas estancias'. Hay, según Caneiro, cucarachas correteando por los pasillos, y los olores, a veces, son 'insoportables'.

Francisca Antón, directora del Conservatorio, se defiende de la acusación del sindicato e insiste en que 'sólo hay un ratón'. 'Las moscas están en el bar de la plaza de toros, y yo nunca he visto cucarachas', asegura. Uno o varios, lo cierto es que no hay forma de acabar con él o con ellos, como si se tratara del famoso ratón Jerry, por cuanto ha sabido escapar a cuantas trampas se le han tendido para su captura.

'Ya hemos pedido una campaña de desratización, porque no sabíamos qué más hacer para matarlo', argumenta Antón. 'Iban a venir de una empresa, pero hemos decidido que ahora no es buen momento porque hay alumnos recibiendo clases todavía y es mejor esperar a final de curso', se excusa la directora. 'Pero por una rata no se puede decir que no haya unas condiciones sanitarias dignas en el centro', añade.

Las denuncias de UGT no se quedan ahí. Asegura el sindicato que la falta de higiene es 'generalizada' en todo el centro, más acentuada en los aseos. Caneiro apunta que 'no hay papel higiénico ni jabón para lavarse las manos', y añade que 'de los tres servicios sólo funciona uno; otro está estropeado y el tercero se utiliza para guardar trastos'. Una afirmación que es negada por la dirección del Conservatorio: 'Siempre hay papel higiénico; no entiendo que ese día no hubiera, porque una señora de la limpieza se encarga de ello'.

En el desarrollo de las tareas docentes las condiciones tampoco parecen ser las más adecuadas. El sindicato denuncia que 'las aulas no están insonorizadas, ni poseen aire acondicionado para cuando aprieta el calor, y muchas de ellas están agrietadas de manera ostensible'. Francisca Antón también rebate este punto: 'Las grietas son todas exteriores y ya pedimos que las reparasen, pero todavía no las han tapado'. El Conservatorio ha solicitado que se instale aire acondicionado, aunque hasta la fecha sólo se ha instalado en el conservatorio de danza y en el salón de actos del de música. 'Nos han dicho que este año nos tocará a nosotros', recalcó.

Así las cosas, los alumnos parecen condenados a dar sus clases en compañía de los roedores hasta final de curso, a no ser que el flautista de Hamelin se acerque a Benidorm y termine con la plaga.

Escaleras en el Conservatorio de Música de Benidorm, sin accesos para minusválidos.
Escaleras en el Conservatorio de Música de Benidorm, sin accesos para minusválidos.OLIVARES NAVARRO

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