Por el libro

Lo dicen las encuestas: nos falta lectura. Es tan cierto como desolador y viene avalado por los datos que revelan las encuestas más frías y menos interesadas. Demasiadas cabezas de gente que nunca ha tomado un libro en sus manos. Tan desolador es el dato que ante él sólo cabe pedir que alguien haga algo. No es exclusivo de Andalucía, pero es sin duda un dato de la realidad andaluza al que hay que empezar a intentar vencer. Ayer se firmó el Pacto Andaluz por el Libro, que va a tener un presupuesto generoso: mil millones de pesetas. Dice el presidente Chaves que acabar con los bajísimos índices de lectura de Andalucía será objetivo prioritario de la política cultural de su Gobierno. Lo decía ayer en el acto de la firma de ese pacto, comprometiéndose con muchos y ante todos. Muchos son los que han firmado el pacto y todos, los andaluces a los que tienen que llegar los efectos, es decir los libros y los estímulos para leerlos. Quedamos en estado de espera y de vigilia para que esa firma de ayer no sea al final papel mojado. Es urgente poner manos a esa obra, porque tiene toda, pero toda la razón el presidente de la Unión de Libreros de Andalucía, Jesús Peláez, cuando dice que ese acuerdo tiene que servir para 'pasar página de la Andalucía profunda, pegada al tópico y a la ignorancia'.

Acaso yo sea una tonta y lo que deseo me haga dos tontas, pero me ha gustado oír ayer al presidente de la Junta decir que afronta el reto, 'por titánico que parezca, de hacer que la lectura sea uno de los rasgos que defina nuestra sociedad'. Todos los que han firmado el pacto han quedado comprometidos. Y el compromiso es sobre algo grave, tan grave como el dato: el 43% de los andaluces nunca ha leído un libro. El dato es una cifra, pero lo que indica es una realidad contra la que hay que luchar, porque nos va el futuro en ello y no es cualquier cosa, porque un futuro de gente armada de conocimientos no es igual que un futuro de gente desarmada de esos conocimientos. Andalucía, para tristeza del presente, todavía puede ofrecer datos como el de ese 43%. Acabar con él debe estar entre lo más urgente y no debería haber político que no ocupara lo mejor de su tiempo en el empeño de lograrlo. Por eso, a la espera de lo concreto, celebremos el nacimiento del Pacto Andaluz por el Libro.