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El socialista Barrientos, alcalde de Estepona con el apoyo de PP, IU y PA

Los concejales del GIL esperan ofertas de los partidos nacionales

La renuncia el viernes de Jesús Gil Marín al acta de concejal y la desbandada de los ocho restantes ediles gilistas al Grupo Mixto habían hecho temer, en las horas previas al pleno de investidura, alguna maniobra sorpresa por parte del Grupo Independiente Liberal que pusiera en peligro el acuerdo de gobierno que alcanzaron los cuatro partidos tras las pasadas elecciones municipales, y que evitó que el GIL revalidase la alcaldía pese a ser el partido más votado.

Barrientos tomó posesión de su cargo pasada la una de la tarde en un multitudinario pleno al que acudieron los alcaldes socialistas de la Costa del Sol, además de otros dirigentes de este partido, entre los que se encontraban el consejero Paulino Plata, José Asenjo, el ex consejero José Luis García de Arboleya y la secretaria provincial, Marisa Bustinduy. La candidatura de Barrientos, la única que se presentó, obtuvo el apoyo de los seis concejales socialistas, cuatro populares, un andalucista y uno de Izquierda Unida y la abstención de los ocho ediles del GIL. Sólo hubo una ausencia, la de Jesús Gil Marín, que desde la investidura del anterior alcalde no ha vuelto a hacer acto de presencia en el salón de plenos.

'Especulación descarada'

Minutos después de serle entregado el bastón de mando, Barrientos explicó que dos han sido las razones que le llevaron a concurrir como independiente en la lista del PSOE en los comicios municipales del año 1999: 'El dolor ante la sinrazón de ver a mi pueblo convertido en un campo de operaciones de la más descarada especulación y de la desvergüenza, y el compromiso con un amigo, Antonio Caba, en un proyecto ilusionante'.

Su discurso, que estuvo lleno de alusiones a la particular forma de gobernar del partido que preside Jesús Gil y Gil, no gustó nada al portavoz del Grupo Independiente Liberal, Juan José Zapico, que criticó la 'política de exclusión' de los componentes del pacto anti Gil. También tachó de 'legítimos' los intentos de su grupo para llegar al gobierno de la localidad, aunque señaló que estos contactos se han producido 'al margen' de los representantes municipales.

'Vamos a permanecer a la espera. Ahora los más interesados en ponerse en contacto con nosotros son las direcciones regionales y provinciales de los grandes partidos nacionales, que son los que pueden poner la carne en el asador', dijo Zapico.

Antonio Barrientos, tras tomar posesión de la alcaldía de Estepona.
Antonio Barrientos, tras tomar posesión de la alcaldía de Estepona.SERGIO CAMACHO

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