Los presos en huelga de hambre rechazan la reforma carcelaria turca

Los defensores de los derechos humanos en Turquía rechazaron ayer la propuesta del Gobierno de ampliar el uso de zonas comunes en las cárceles y advirtieron de que los reclusos de extrema izquierda continuarán su huelga de hambre hasta que se ponga fin a su aislamiento en celdas. En un intento de terminar con la huelga, el ministro turco de Justicia, Hikmet Sami Turk, anunció el pasado jueves que el Gobierno intentará que el Parlamento enmiende la próxima semana la ley antiterrorista. La enmienda suprime la prohibición de que los presos puedan comunicarse incluso en la biblioteca de la cárcel o en las zonas deportivas.

Doce reclusos y dos de sus familiares han muerto desde el pasado marzo en las protestas contra el nuevo régimen penitenciario. Los presos afirman que el sistema de celdas, que reemplaza al de dormitorios comunes, les hacen más vulnerables a los castigos y abusos de las autoridades penitenciarias.

'[La modificación legislativa] no es suficiente para persuadir a los presos en huelga de hambre', declaró Husnu Ongul, líder de la Asociación de Derechos Humanos de Turquía. 'La enmienda permite el uso de zonas comunes a los reclusos que participen obedientemente en programas de formación y rehabilitación', sostuvo Ongul. 'La enmienda, en su forma actual, no pone fin a las condiciones de aislamiento'.

Ochocientos presos de extrema izquierda se encuentran en huelga de hambre y sólo beben cantidades limitadas de agua azucarada o salada. La muerte de algunos huelguistas ha intensificado la presión de la comunidad internacional sobre Turquía, que ha prometido mejorar la situación de los derechos humanos para mejorar sus opciones de ingresar en la Unión Europea. 'El Gobierno debe ampliar los patios, donde sólo tres presos pueden tomar el aire al mismo tiempo, o dejar abiertas las puertas de las celdas durante el día para permitir el contacto entre los reclusos', dijo Ondul.Las protestas por la situación de los reclusos se han trasladado ya fuera de las fronteras turcas. Ayer, varios cientos de personas asaltaron la sede del Partido Socialdemócrata (SPD) en Sttugart, Alemania. La policía germana practicó más de 20 detenciones.