El 'clásico' gallego analiza la salud anímica del Deportivo
Irureta esgrime el señuelo del título para levantar la moral de sus jugadores
Para el Deportivo, Europa ha muerto y el título de Liga agoniza. ¿Se ha quedado sin estímulos el equipo de Javier Irureta? La primera respuesta se sabrá esta noche (21.00, televisiones públicas), al término del gran clásico del fútbol gallego, que enfrenta al Depor en Balaídos con un Celta que sí tiene muchas razones para sentirse motivado: su extraordinaria segunda vuelta, la lucha por una plaza europea y la posibilidad de dejar a su íntimo rival sin la última opción de competir con el Real Madrid.
Pese al gran partido del martes, la eliminación europea ha dejado en el Deportivo el clásico sentimiento de vacío. La Liga no le promete grandes emociones alternativas porque depende únicamente de un calamitoso desplome del Madrid. Los blanquiazules tienen aún una batalla importante: la lucha por la segunda plaza, que les colocaría de nuevo en la Liga de Campeones sin pasar por la fase previa. Pero, cuando se vive de la ilusión de ser el primero, pelear por el segundo puesto siempre tiene algo de amargo.
Irureta asume la encrucijada psicológica en que se encuentra su equipo: 'Es una situación difícil. Lo bueno de la Liga de Campeones es que te mantiene muy motivado. Ahora estamos en un punto de inflexión. Tengo que tratar de que los jugadores vean que aún hay posibilidades de alcanzar al Madrid. Hay que alimentar esa idea para mantener una cierta motivación'. Irureta no podrá contar con Djalminha, sancionado, y probablemente incluirá entre los titulares a Tristán y Valerón.
Para el Celta, el derby representa la oportunidad de retomar el camino en una segunda vuelta sensacional y de finiquitar las aspiraciones del Deportivo al título. Hasta que el árbitro Esquinas Torres se cruzó con ellos el pasado domingo, en Santander, los celestes acumulaban cinco victorias consecutivas y once jornadas sin perder. Un doble récord para la historia del club. Un universo separa a aquel equipo que bajó al puesto 16º en febrero del que ahora viaja al borde de las plazas europeas, de las que sólo salió tras el desastre de El Sardinero. Que el árbitro se haya disculpado por sus errores sólo consuela parcialmente al Celta, que ha vivido esta semana más pendiente de las sanciones de los comités deportivos que del rival por antonomasia.
Berizzo, Mostovoi y López
Con la interrumpida remontada de diez puestos en dos meses vuelve a luchar el grupo de Víctor Fernández por meterse en la Copa de la UEFA, de la que este año le apeó el Barcelona en los cuartos de final en una eliminatoria también plagada de desgracias. Lo ha logrado gracias al esfuerzo de los dos jugadores expulsados el domingo: el central argentino Berizzo, que llegó al club en diciembre, y el ruso Mostovoi. El resto lo puso Gustavo López. En su mejor temporada en España, el extremo argentino, que decidió el choque del pasado año en Balaídos, se está adaptando a lo que Mostovoi y Catanha requieren. Con Karpin alicaído, Mostovoi necesita alguien como Gustavo en su misma dimensión de tiempo y espacio. Carente de otros recursos, Catanha precisa del servicio milimétrico del suramericano para practicar el remate.
Finalmente, jugará Mostovoi -al que se suspendió ayer la sanción de forma cautelar-, pero está por comprobarse las prestaciones del equipo tras la interrupción de la racha y sin Berizzo en la zaga. Sobre el impacto que la eliminación de la Liga de Campeones pueda surtir en los deportivistas, Karpin fue el más gráfico y mordaz: 'No creo que estén tocados. No pensarían que iban a ganarla'.
Celta: Caballero; Velasco, Cáceres, Yago, Juanfran; Jayo, Vagner; Karpin, Mostovoi, Gustavo López; y Catanha.
Deportivo: Molina; Manuel Pablo, Donato, Helder, Capdevila; Emerson, Mauro Silva; Víctor, Valerón, Fran; y Tristán.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.