Las elecciones sindicales venezolanas serán en septiembre
El Consejo Nacional Electoral (CNE) definió el calendario de las elecciones sindicales, que deberán celebrarse entre el 25 de julio y el 26 de septiembre, lo cual ha despertado dudas entre los candidatos opositores que anticipan supuestas maniobras por parte del Gobierno para imponer su frente sindical.
A partir del 30 de abril las 3.060 organizaciones sindicales existentes en Venezuela deberán presentar ante el CNE sus convocatorias y proyectos de las comisiones electorales internas, y en julio deberán aportar el registro de los trabajadores afiliados para que puedan asistir a la votación de septiembre que será en los centros de trabajo o en las sedes de las federaciones y confederaciones.
Carlos Ortega, candidato de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), principal fuerza laboral, expresó ayer sus dudas sobre el reglamento electoral, que todavía no ha presentado oficialmente el CNE, el cual en su opinión es "intervencionista y peligroso para el régimen de libertades porque el CNE tiene todo el poder ante los trabajadores y el movimiento sindical para favorecer a las organizaciones sindicales gubernamentales".
Añade que "la intención del gobierno es tener un movimiento sindical sumiso y controlado para su proyecto porque su problema es que no tiene base laboral. De allí su injerencia directa en el proceso electoral sindical. El presidente Hugo Chávez se ha convertido en el enemigo número uno de los trabajadores".
Después del referéndum sindical de diciembre pasado, cuyo mandato era organizar las elecciones para renovar a las autoridades en un plazo de 180 días, es decir, ahora en mayo, el CNE decidió postergar los comicios para septiembre próximo.
Los directivos del CNE sostienen que "intervendrán en los comicios sólo para supervisarlos" pero que los gastos del sufragio tendrán que correr por cuenta de las organizaciones sindicales.
Leve mejoría económica
Por otra parte, los empresarios y economistas venezolanos rebaten las cifras que ha presentado el Gobierno sobre una leve mejoría de la economía doméstica en lo que va de año y por el contrario expresan su pesimismo, desesperanza y desconfianza ante los planes oficiales de reactivación.
La Administración de Hugo Chávez acaba de anunciar que en el primer trimestre el crecimiento registró un 3% del PIB y el desempleo bajó de 15,8% en enero a 14,2% en febrero de la fuerza activa laboral de 10 millones de personas. La mejoría viene dada por el repunte de los sectores petrolero, importador y alimentario, mientras que el manufacturero y la construcción continúan a la baja.
Juan Calvo, presidente del gremio industrial, critica la política económica del Gobierno porque "está orientada a importar. En los sectores manufacturero y construcción se registra un 30% de pérdida de empleo".
