Rota y la unidad de la izquierda

Este año ha sido algo peculiar la ya tradicional Marcha a Rota, pues ésta empezó el martes 27 de marzo desde la base militar de Morón. Como parece que la base militar va a aumentar sus competencias militares y va a ser aún más potente, los organizadores de la ya mencionada Marcha pensaron hacerla también más larga y contundente y a ver si así se conseguía algo.

Pues bien, yo soy un joven de 18 años que empezó la andadura dos días más tarde, desde Las Cabezas de San Juan (Sevilla). El grupo al que acompañé durante cuatro largos y soleados días no superaba las 20 personas. Entre discusiones e interesantes charlas, la carretera, no en muy buenas condiciones, iba avanzando bajo nuestros pies cansados.

A todo aquel que esté leyendo esta carta le parecerá una locura, incluso una inutilidad andar más de cinco días para protestar por las colonias militares instaladas en terreno andaluz. Me encantaría borrar esos pensamientos ya que la experiencia que he vivido junto a esos luchadores persistentes y no muy jóvenes es esencial para la madurez de un joven comprometido y no niego que algo utópico.

De todas formas, el motivo de mi carta no es la exposición paulatina de mi marcha. Hoy escribo para manifestar que me parece ridícula e incoherente la división que sufre la izquierda hoy día. En un hecho tan concreto como es la abolición de las bases militares no deben existir fragmentaciones, ni conflictos, ni mucho menos protagonismo. ¿Cómo queremos un mundo sin circunstancias bélicas y desiguales si entre nosotros mismos existen élites?

No apuesto por un bloque opositor totalmente homogéneo y compacto, la diversidad de las ideas es fundamental, pero si todas viven en armonía con un enemigo común: la dominación militar, la jerarquía social, la economía global...

Queridos políticos 'progresistas' andaluces: ¿cómo pretendéis que el Gobierno estatal acabe con el archiconocido Tireless o que las bases de Morón y Rota se cierren, si no sois capaces de organizar una rueda de prensa juntos?

Yo voy a continuar quejándome a pesar de la cruda realidad vista, pero sólo pido que cada grupo reflexione sobre sus fundamentos e ideas y que no aprovechen cada momento para hacer electoralismo y oportunismo. Déjense de situaciones ilustres y escuchen un ratito al pueblo, a los que no van en la pancarta principal contestando a todo periodista espurio que se le acerque.-