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Crónica
Texto informativo con interpretación

Anfield Road decide la suerte del Barcelona

Los azulgrana confían en que el Liverpool les dé 'cinco metros más' que en el Camp Nou

Ramon Besa

Reculando, reculando, el Barcelona ha ido a parar a Anfield Road, un estadio mítico, digno como ninguno para un partido sin retorno, propio de héroes y villanos, como el que afronta hoy, correspondiente a la vuelta de las semifinales de la Copa de la UEFA (21.05, TV-3).

Empachados de goles y faltos de juego, los azulgrana se juegan el pellejo en un santuario últimamente demasiado profanado por equipos mediocres. El campo y el escudo de los contendientes le dan al encuentro un valor que está muy por encima del fútbol que mostraron en la ida y de la categoría del torneo.

El Liverpool es hoy un equipo en ascenso y, por tanto, alternativo mientras que el Barça parece descender y, en consecuencia, se resiste a ceder. Llegados al extremo de supervivencia en el que se encuentran los azulgrana, nada mejor que la suerte del equipo se decida en Anfield: o queda listo para la pira o se purifica hasta alcanzar el fin de curso, apartado como está de la Liga y aparcada como quedó la Copa del Rey.

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La solemnidad e importancia del choque son precisamente la garantía del Barcelona, un equipo que, con independencia del juego, se ha manejado bien en los grandes partidos (ante el Milan, el Leeds o el Madrid). De la trascendencia del encuentro habla incluso el número de seguidores desplazados hasta Liverpool, que, por primera vez en mucho tiempo, rondará los mil. Hay muchas cosas en juego para el Barcelona, tantas quizá que, por la magnitud que podría tener la eliminación, el club se ha impuesto una coraza de optimismo.

Los técnicos no ven tan mal al equipo como los aficionados y anuncian que con un par de retoques se recuperará el equilibrio. Y los jugadores le tienen ganas al Liverpool porque en el Camp Nou les hizo pasar como un plantel de especuladores a los que sus propios seguidores aborrecen. El 0-0 de la ida parece un resultado de otro tiempo si se compara con los dos últimos empates a cuatro del equipo azulgrana o con sus registros ligueros: es el máximo goleador (67 tantos) y el octavo más goleado (47).

Un freno de mano

Los números del Barcelona han actuado como un freno de mano en el Liverpool. 'Jugar en Anfield exige tomar un cierto riesgo; sobre todo, acompañar un poco más a Owen de lo que lo hicimos en Barcelona', argumenta Gerard Houllier, el entrenador; 'pero, si te abres un poco más de la cuenta, ya sabes a qué te expones frente al Barça, que cuenta con el mejor cuarteto ofensivo del fútbol europeo'.

'Justamente es lo que necesitamos de los ingleses', responde uno de los colaboradores de Serra Ferrer, 'cinco metros más de los que nos dieron en el Camp Nou'. A juzgar por lo que dicen unos y otros, el Liverpool jugará con los mismos del primer partido y el Barça se protegerá más por necesidades propias y exigencias ajenas: Luis Enrique entraría por Simão, Puyol jugaría por Sergi, afectado por una conjuntivitis, y tampoco cabe descartar que Petit tuviera un hueco en detrimento de Gabri.

Únicamente el Roma ha marcado en Anfield en el presente torneo y el gol no le sirvió para clasificarse porque había perdido por 0-2 en Italia.

Liverpool: Westerveld; Babbel, Henchoz, Hyypia, Carragher; Murphy, Gerrard, Hamann, Berger; Owen y Heskey.

Barcelona: Reina; Gabri o Petit, Puyol, Frank de Boer, Reiziger; Guardiola, Cocu; Luis Enrique, Rivaldo, Overmars; y Kluivert.

La plantilla del Barcelona en el entrenamiento de ayer.
La plantilla del Barcelona en el entrenamiento de ayer.REUTERS

Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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