"Si juega Hierro, por favor, llámenme"
Mario Jardel (Fortaleza, Brasil, 1973), ha jugado cuatro partidos contra el Real Madrid y le ha marcado seis goles. Su promedio es una especie de carta de presentación para el fútbol español. Pretende venderse. Quiere jugar en la Liga española la próxima temporada. No se siente a gusto en el Galatasaray. Y sabe que esta noche, en el estadio Bernabéu, tendrá 90 minutos de lujo con la banda de publicidad de televisión en abierto para demostrar que sus aparentes limitaciones no le impiden ser letal. Solo en el bar del hotel, reflexiona ante su teléfono móvil, inclinando su espigado cuerpo (1,87 metros) sobre un banco que le quedaba chico, sonreía ayer orgulloso y tranquilo.
Pregunta. ¿Cómo se explica que un jugador tan lento y sin demasiada técnica como usted meta tantos goles? Algunos técnicos no se explican su efectividad.
Respuesta. Yo no aviso cuando voy a marcar un gol. Eso se hace sin dar explicaciones.
P. ¿Con qué tipo de habilidad cuenta?
R. Soy un buen jugador de área. Tengo habilidad para saber a dónde va a ir el balón en cada jugada y anticiparme a los defensas. Sobre todo, voy bien de cabeza. Pero también remato con las dos piernas.
P. ¿También mete goles con la zurda?
R. Últimamente, tengo una concepción más izquierdosa de l a vida.
P. Ya quedan pocos delanteros como usted, nueves de su corte. En España juegan algunos, como Palermo o Carew.
R. Soy un delantero a la vieja usanza. Y en España hay muchos de ésos, pero ninguno tan goleador como yo. Yo soy un goleador y quiero jugar en España. En el Galatasaray no estoy contento.
P. ¿Es consciente de que esta noche tendrá su gran oportunidad de mostrarse?
R. Claro. Jugar contra el Madrid es siempre muy estimulante y yo quiero venir a un club español. Será una buena ocasión para demostrar que puedo decidir un partido. Y no será la primera vez que le marque al Madrid en el Bernabéu. Con el Oporto lo hice.
P. ¿Se ve sustituyendo a Carew en el Valencia, por ejemplo?
R. El Valencia sería un buen club para mí. O el Barcelona, el Atlético, el Betis... Todos juegan con sistemas que incluyen un punta fijo de referencia.
P. No menciona al Madrid. Y le ha metido seis goles en cuatro partidos. ¿Siente odio hacia este equipo?
R. Siempre salgo al campo con la misma intención.
P. Dicen que se lleva mal con sus compañeros. Se le ve taciturno y solitario. ¿Tiene amigos?
R. Soy amigo de mi mujer.
P. ¿Y en su equipo?
R. Con mis compañeros no tengo problemas. Pero en un equipo de fútbol no se pueden tener amigos, sino amistades. Amistades, sí; amigos, no.
P. No responde al prototipo del carioca, extravertido.
R. Soy tranquilo. Muy callado. Como los de Fortaleza, mi ciudad natal, al noroeste de Brasil. Allí la gente es muy cariñosa y las playas son muy bonitas. Pero no tiene nada que ver con Río. Somos más reservados.
P. ¿En el campo también es un solitario?
R. Sí. Yo juego para marcar.Me gusta eso que dicen del instinto asesino. Yo tengo instinto asesino.
P. Hierro quiere jugar a pesar de que está un poco tocado y quizá no se pueda girar bien. ¿Qué le parece?
R. ¿Va a jugar Hierro? Creía que no. Si juega, por favor, llámenme.
P. ¿Tanto le apetece?
R. Nunca se sabe, pero sí. A lo mejor para nosotros es más fácil ganar con Hierro en el campo.
P. Usted vive de los pasadores. ¿Quién es el que más balones de gol le da?
R. Capone [el lateral derecho brasileño del Galatasaray] es muy bueno. Centra muy bien. Fatih, Okan, Hagi... son buenos pasadores. Hagi tira muy bien las faltas.
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