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Buenos Aires inicia un boicot contra productos europeos hasta que la UE decida importar carne argentina

El boicot que los empleados de la Aduana de Buenos Aires supuestamente comenzaron ayer contra las importaciones de productos europeos, con excepción de las medicinas, no había provocado ningún inconveniente ni demoras en los trámites habituales para el ingreso de mercancías al menos hasta primera hora de la tarde. La medida, impulsada por la Sociedad Rural Argentina (SRA) en represalia contra la decisión de la Unión Europea de suspender temporalmente la importacion de carnes argentinas debido al rebrote de la fiebre aftosa y a los focos infecciosos detectados en distintas zonas ganaderas del país, cuenta con el apoyo de la Unión del Personal Civil de la Nación (PCN) y del Sindicato Único del Personal de Aduanas.

Un alto cargo de la Aduana confirmó ayer a EL PAÍS que "por ahora no hay nada, ni una protesta, ni una queja, ningún problema". El boicot es, en términos sindicales, una medida de fuerza comparable al llamdo "trabajo a reglamento" y obliga a los empleados a cumplir estrictamente con las normas y resoluciones internas.

Según los funcionarios de la Aduana, "es poco lo que llega de Europa cada día en relación con los productos de origen asiático, un 20% frente a un 80%".

La medida había sido anunciada a EL PAÍS por el propio presidente de la Sociedad Rural, Enrique Crotto, el pasado 13 de marzo, que estaba ayer de viaje por el sur de Argentina, no podía entonces ocultar su indignación: "No esperábamos esto de la Unión Europea. Es una medida política, arancelaria, y sin sustento técnico con la que pretenden tapar el tema de las vacas locas.

Crotto había reclamado a la cancillería argentina que impidiese el ingreso de productos europeos y a los trabajadores portuarios "que no descarguen de los barcos ningún producto de origen europeo". Estaba convencido de que esas medidas obligarían a la UE a levantar de inmediato la suspensión del ingreso de carnes argentinas: "Si logramos eso usted va a ver como en diez minutos se soluciona el problema de la aftosa".

El boicot, que según la SRA "se realiza en defensa de los intereses nacionales y las fuentes de trabajo, en respuesta a las medidas arbitrariamente tomadas por la Comunidad Económica Europea contra las carnes argentinas" no afecta a los productos y mercancías provenientes de Alemania, que decidió autorizar la importación de carnes argentinas. Los dirigentes de los sindicatos comprometidos y los directivos de la SRA aseguran que el boicot se va a notar en una semana. Una delegación de expertos europeos llegará a fines a Buenos Aires para verificar y controlar la alicación del plan de vacunación contra la fiebre aftosa. Proponen erradicar la enfermedad en un plazo de cuatro años.

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A su vez el nuevo presidente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Bernardo Carné, se entrevistará el viernes en Bruselas con los miembros del Comité Veterinario permanente de la UE. El boicot continuará hasta que se levante la suspensión a la importación de carnes argentinas.

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