La NBA se abre a la defensa zonal
Polémica sobre la eficacia de un cambio de reglas que busca más puntos y espectáculo
Las audiencias televisivas bajan, la asistencia a los pabellones deportivos disminuye. La NBA añora duelos clásicos como el de Larry Bird y Magic Johnson y suspira por la vuelta de Michael Jordan a la cancha desde su despacho de Washington.
Lo cierto es que los partidos han perdido calidad y, sobre todo, puntos. Lejos quedan ya aquellos enloquecidos Nuggets de Denver, de Doug Moe, que hace 20 años tenían un promedio de 126 por encuentro. La media actual por equipo es de 94,6, tres menos que en la temporada anterior, y tan sólo cuatro de ellos están superando la barrera psicológica de suponen los 100.
Este panorama ha llevado a la junta de gobierno de la Liga a aprobar cuatro nuevas reglas, que se aplicarán la campaña que viene, con el propósito de inyectar a la competición más dosis de espectáculo, fluidez y, por supuesto, anotaciones.
Un comité de once sabios, entre ellos Jack Ramsay, Jerry West y Dick Motta y jugadores como Theo Ratliff y Alonzo Mourning, presentó en su día un informe a la NBA proponiendo cambios en el reglamento. Sin duda, la eliminación de la defensa ilegal y la posibilidad de utilizar la zona por primera vez en los 54 años del torneo es la novedad que más impacto tendrá en el juego y la que más polémica ha suscitado.
Evitar tanto 'aclarado'
Lo que se pretende es evitar el constante uso del isolation-play o aclarado, ataques basados en un dos contra dos o un uno contra uno mientras los demás jugadores se desplazan al lado débil, el contrario al del balón, para mantener a los defensores lejos de la pelota. La idea es que los cinco de un equipo se involucren en el ataque, no sólo las estrellas.
'El baloncesto es un juego fluido, de movimiento del balón y de los jugadores, y lo que tenemos ahora es mucho juego estático. Nuestra convicción es que pasará a ser más rápido', afirma Jerry Colangelo, propietario de los Suns de Phoenix y presidente del comité renovador. Los partidarios de esta medida creen que la presencia de la defensa zonal puede forzar a los conjuntos a recuperar el contraataque.
Sin embargo, no hay unanimidad sobre si la implantación de la zona aumentará la calidad del juego y las anotaciones. Técnicos como Rudy Tomjanovich y Pat Riley se han mostrado rotundos. 'La zona neutraliza el talento de los jugadores. La gente quiere ver a Vince Carter o Kobe Bryant volar hacia el aro', sostiene Tomjanovich. 'Hay que cambiar a los jugadores, no el juego', dice Isiah Thomas, el entrenador de los Pacers de Indiana. 'Quieren eliminar los aclarados cuando en otra época eran la fuente de la creatividad', opina Jordan.
Kevin Loughery, antiguo jugador y entrenador, es el más duro en sus críticas: 'Es el mayor error que la NBA ha cometido en muchos años: 24 segundos no son suficientes para atacar una zona. Vamos a crear una Liga de tiradores cuando no existen muchos jugadores de ese tipo'.
Los tres segundos
Pero la posibilidad de utilizar la zona no es lo único que cambiará en la NBA a partir de la próxima temporada. Así, la regla de los tres segundos en el ataque se va a trasladar también a la defensa. Por lo tanto, un jugador no podrá estar más de ese tiempo dentro de su zona si no se encuentra a menos de un brazo de distancia de un contrario. El incumplimiento de esta regla será castigado con una falta técnica.
De esa manera se intenta evitar que los especialistas en la intimidación se muevan libremente cerca de la canasta y dificulten así las penetraciones y los encestes junto al aro.
Además, se reduce de 10 a 8 segundos el margen máximo para pasar al campo contrario y se permitirá un breve contacto defensivo siempre y cuando no evite la progresión del atacante.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.