Prisioneros del pasado

Si explota una bomba en el corazón de Roma un mes antes de las elecciones, hay motivos suficientes para preocuparse. Si explota una bomba a dos pasos de las sedes de Gobierno del país en el que se celebrará dentro de algunos meses la cumbre del G-8 (...) el motivo de preocupación puede ser doble. (...)

En sólo doce meses, el 'Núcleo de iniciativa proletaria revolucionaria' ha dado un salto de calidad. (...) Esta vez la bomba que han preparado los terroristas no parece ser una 'muchachada', ya no es un artefacto que quizá explote o quizá no. Medio kilo de dinamita, sistema de activación inusual, 'mediooriental' dicen los expertos. (...)

En las 36 páginas de reivindicación enviadas a los periódicos (...), el Núcleo juzga con desprecio la reducción de la lucha armada (...) y sostiene que 'no hay fuerza revolucionaria ni partido que pueda determinarse fuera o antes de la puesta en marcha de la relación de guerra con el Estado'. (...)

En este confuso discurso paranoico (...) se pueden percibir las razones posibles de un atentado que es, sin duda alguna, terrorista. Pero, ¿con qué objetivo? Parece que quieren decir: nosotros también existimos, estamos a favor de la lucha armada, estamos dispuestos a (...) apoyar 'el proyecto de las Brigadas Rojas para crear el partido comunista combatiente'.

Esta disponibilidad es preocupante (...) y provoca esta pregunta: ¿por qué estos Núcleos que quieren hacer renacer las Brigadas Rojas, reactivar la lucha armada (...), pueden encontrarse, reunirse y actuar en libertad, y lo que es peor, mejorar técnicamente su conocimiento sobre explosivos? (...)

Giuseppe D'Avanzo Roma, 11 de abril.