La ONU acusa a la policía brasileña de cultivar la 'cultura de la brutalidad'

Un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la tortura policial en Brasil no ahorra adjetivos fuertes para criticar la conducta de la policía de este país, calificándola de 'cultura de la brutalidad'. Es más, el informe llega a afirmar que 'un cierto grado de violencia contra acusados de practicar un crimen parece ser aceptado socialmente y hasta estimulado'.

El informe destaca además que la mayor parte de las torturas llevadas a cabo por la policía con los acusados de algún crimen se concentran en un 90% entre las capas más pobres de la sociedad y entre los negros, que en este país constituyen el 51% de la población. Una de las víctimas de la tortura, citada por la ONU, un preso, afirma: 'Aquí dentro nos tratan como animales y despues quieren que nos comportemos como personas cuando salimos a la calle'.

El documento se basa en las informaciones recogidas el año pasado en Brasil por Nigel Rodley y su equipo, y condena también la situación de los presos hacinados en cárceles insuficientes. El relator de la ONU, que presenta 340 casos declarados de tortura en las delagaciones policiales y en las cárceles, ironiza al afirmar que las autoridades brasileñas 'reconocen cándidamente que las condiciones, en este campo, son infrahumanas'.

Dificultades

De hecho, Gilberto Sabóia, Secretario General de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia reconoce que Brasil tiene aún dificultad cumplir la propia ley contra la tortura que cuenta sólo cuatro años de vida. 'Hay una gran distancia', declaró ayer Sabóia, 'entre lo que exige la ley y lo que se hace en la práctica'. El ministro de Justicia, José Gregori, que tiene un pasado de apoyo a los derechos Humanos contra la vieja dictadura militar, ha afirmado que la ONU hace bien en analizar las casos aún existentes de tortura en Brasil, ya que eso hace parte de la democracia de los pueblos. 'Es una ayuda que el Gobierno puede usar para mejor conocer y mejorar la situación', dijo Gregori. Y ha añadido que su ministerio se está esforzando para acabar con estas prácticas de la tortura. Según él, a nivel de Policía Federal, ya prácticamente no existe el uso de la tortura que es practicada más bien a nivel de policía estatual y municipal. En el informe de la ONU se critica tambien que la asistencia legal gratuita a los presos, por ejemplo, es inexistente en el 85% de los casos.