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Peregrinación a Sot de Chera

Más de 100 familias viajan desde diversos puntos de España a buscar casa y trabajo en el pueblo de Los Serranos

Sot de Chera vive una auténtica avalancha de visitas, llamadas y faxes tras su anuncio de ofertar casa y trabajo a familias con tres o más hijos en edad escolar que quieran establecerse en el pueblo para evitar así que la escuela cierre por falta de alumnos y con ella se pierdan otros servicios básicos.

Su iniciativa se les ha ido de las manos. La peregrinación a Sot de Chera, en la comarca de los Serranos, es continua. Ayer, una familia se personó en el Ayuntamiento tras horas de viaje desde Barcelona. El domingo, entre otros interesados en formar parte de los vecinos del pueblo, se acercaron dos hermanos de origen rumano, cada uno con seis hijos, residentes ahora en Castellón y acompañados de un representante de la asociación Anna, dedicada a ayudar a inmigrantes procedentes de países del Este.

El sábado acudió un centenar de familias, desplazadas desde Granada, desde Motril, desde Torrevieja, desde Alicante y otros puntos de España 'Para nosotros es imposible atender todas las peticiones y nuestro objetivo está cubierto. Lo que ahora más nos duele es que hay peticiones que no podemos atender. La base de datos es ya de más de 300 personas de las miles de llamadas que hemos recibido y de las que nos devolverán los impresos cumplimentados', dijo Gemma Vanacloig, agente de desarrollo local de Sot de Chera.

Las llamadas se han colado hasta las casas de los habitantes de Sot de Chera. 'Aquí en la carnicería no deja de sonar el teléfono', aseguró Antonio Blanch, teniente de alcalde y dueño del establecimiento, 'y las clientas me cuentan que en sus casa, en domicilios particulares, ocurre lo mismo'.

Los vecinos han visto en sólo cinco días cómo el pueblo se ha convertido en el objeto de todas las miradas, portada del diario argentino La Nación, noticia en los informativos de una cadena alemana, y destino de correos electrónicos desde Uruguay, Venezuela, México y Suiza, entre otros. 'Estamos muy agradecidos y lamentamos no poder atender a todo el mundo pero es que ya no podemos más', afirmó Vanacloig.

'El fin de semana ha sido algo impresionante. Entre los que vienen a pasar el fin de semana y las familias con niños que esperaban a la puerta del Ayuntamiento y que luego se han recorrido el pueblo, Sot de Chera parecía diferente, lleno de vida, desde luego, pero otro lugar muy distinto al que cada día vemos. Ojalá pudiéramos tener tantos vecinos', aseguró el dueño de un bar.

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