Los socialistas advierten de que la alcaldía de Estepona es 'innegociable'

Barrientos quiere obtener el consenso de sus socios de gobierno antes de que se inicie el proceso de sucesión. El candidato confía en que no habrá problemas con el PP. Hasta ahora ha obtenido el respaldo de IU y PA. Será hoy cuando se reúna con Manuel Sánchez Bracho, portavoz del PP, único partido que ha planteado exigencias para revalidar el acuerdo que impidió al GIL acceder a la alcaldía. Bracho se ha mostrado a favor de mantener el pacto y la actual composición del equipo de gobierno, al tiempo que subraya que no habrá 'ningún acuerdo con el GIL'.

En cualquier caso Barrientos recordó que el compromiso que suscribieron los cuatro partidos en 1999 establecía que la alcaldía de Estepona recaería sobre el PSOE, ya que fue el que obtuvo mayor número de votos después del Grupo Independiente Liberal. 'Eso fue lo que se negoció en su momento, y no vamos a entrar en este juego', insistió el socialista. La designación de Barrientos como candidato, en detrimento de Francisco Zamorano, número dos de la lista electoral, desató no pocos rumores sobre una crisis interna en el PSOE de Estepona, que el edil se apresuró a negar. También Zamorano aseguró ayer que renunció 'voluntariamente' a su candidatura durante la reunión que se prolongó hasta las 5.30 de la madrugada del viernes, y que la elección de Barrientos, número 6 de la lista, fue por unanimidad.

Zamorano abogó por el recién designado candidato para ocupar la secretaría general del PSOE de Estepona, cargo del que también dimitió Caba y que ha provocado la disolución de actual ejecutiva local. 'La opción aquí es bastante clara. Todos los socialistas tenemos que cerrarnos como un puño en este momento de crisis, y apostar por el que nos va a representar en el Ayuntamiento', señaló.

Caba hará efectiva su dimisión mañana en pleno. Manuel Sánchez Bracho, que asumirá la alcaldía de modo accidental, deberá convocar un nuevo pleno en el plazo de diez días para la elección del nuevo alcalde.