La detención en Irán de 42 reformistas agrava la situación del presidente Jatamí
Éste debe decidir si se presenta a las elecciones de junio
El MLI, partido islámico progresista fundado por el ex primer ministro Mehdi Bazargan, es un grupo leal al moderado presidente Jatamí, pero fue declarado ilegal en marzo pasado por las autoridades judiciales del país. Entre los detenidos figuran prominentes políticos de los primeros días de la revolución islámica de 1979, entre ellos el antiguo ministro del Interior, Hachem Sabaghian. También han sido arrestados el antiguo alcalde de Teherán Mohamad Tavassoli; un miembro influyente del MLI, Josro Mansurian, y una figura histórica de la oposición en Ispahan (centro del país), Fazllolá Salavati, ex responsable del semanario Navid é esfahan, cerrado hace un año en el marco de una purga masiva contra la prensa reformadora.
El poder judicial, controlado por la corriente conservadora del régimen, anunció en la noche del sábado la detención de varias personalidades políticas y religiosas en Teherán y en otras ciudades iraníes, a las que acusó de 'intentar derrocar al régimen y colaborar con grupos antirrevolucionarios'. En medios reformistas iraníes se considera que las detenciones se enmarcan dentro del enfrentamiento entre las corrientes moderada y tradicionalista del régimen antes de las elecciones presidenciales de junio próximo, lo que niegan los conservadores, que afirman que el poder judicial 'es una institución independiente'.
Tras conocer estas detenciones, el mayor partido político del ala reformadora, el Frente de Participación, cercano a Jatamí, criticó duramente las detenciones de los miembros de la oposición asegurando que con ello se pretende 'influir en la participación política y en la voluntad popular' a pocos meses de las elecciones presidenciales. Por ello pidió a la población que participe activamente en los comicios para hacer frente a esta actitud.
Promesas de reformas
'Estas detenciones hacen aún más dramática la situación política, ya que Jatamí, que fue elegido en 1997 gracias a sus promesas de reformas políticas y por la libertad de expresión, no puede ahora más que sentirse en una situación delicada, ya que debe anunciar al pueblo de aquí a un mes su decisión de ser candidato o no a las presidenciales del próximo 8 de junio', según explica el politólogo Iradj Rachti. 'Todos los procedimientos judiciales y los cierres de los periódicos tendrán un peso en su decisión final, pero no se puede saber con certeza en qué sentido', apunta este experto. El pasado 20 de marzo, con ocasión del año nuevo iraní, Jatamí, al que sus colaboradores presionan desde hace un año para que se presente a la reelección, dejó planear la duda sobre su decisión final.
Ante las acusaciones de intentar derrocar al régimen que normalmente pesan sobre los opositores al régimen, tales como los Muyahidin del Pueblo, el MLI aseguró haber actuado 'en la legalidad' y 'en el marco de la Constitución de la República Islámica'. Bazargan, que cayó en desgracia en 1995, así como otro antiguo primer ministro, Mohamed Mosadegh, que nacionalizó el petróleo en 1951, son nombres citados generalmente por los estudiantes en sus manifestaciones desde hace algunos años. De hecho, carteles con sus rostros suelen acompañar a aquellos en los que figura el de Jatamí en estas concentraciones.
En los últimos años, numerosos partidarios de la apertura en Irán han sido citados ante los tribunales para responder a las acusaciones vertidas desde las principales tribunas conservadoras.
En marzo pasado, más de veinte personas, entre ellas miembros del MLI, fueron detenidas y acusadas de cargos parecidos, aunque algunas de ellas fueron liberadas días después gracias a la intervención del presidente del Parlamento iraní, el moderado Mehdi Karrubi.
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