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Crónica
Texto informativo con interpretación

El Madrid da el gran estirón

Con un juego discreto, el líder consiguió en Las Palmas una victoria crucial en la caza del título

Santiago Segurola

El Madrid no disimuló su crisis, pero dio el estirón definitivo. Tiene la Liga a tiro, con un colchón de puntos que parece suficiente para afrontar el último trecho de la temporada. Todo esto con los números en la mano, porque el juego no invita al optimismo. Ganó en Las Palmas con un fútbol soso, sin vigor ni ideas, con los mismos defectos de los últimos partidos. Al Madrid le faltan ideas y energía: no recuerda en nada al exuberante equipo que batió récords de puntos y victorias en diciembre y enero. Ahora está para aprovechar las pequeñas cosas, una falta -como ocurrió frente al Numancia- o un remate aislado. Es lo que hizo Guti después de algo parecido a un contragolpe, concepto que no existe en el actual Madrid. Hace siglos que no tira un contraataque, en parte porque no dispone de delanteros rápidos, y también porque hay unos cuantos que llevan plomo en las botas. El caso más claro es el de Morientes, jugador de área que antes devolvía paredes y entraba al remate. Últimamente ni devuelve paredes, ni acude al área con fiereza. En estas jornadas, Morientes ha rematado muy poco para lo que se espera de un delantero centro. Si es por la lesión de pubis o por una repentina melancolía, no se sabe, pero el hombre pasa desapercibido.

LAS PALMAS 0| REAL MADRID 1

Las Palmas: Nacho González; Álvaro, Schurrer, Paqui; Ángel, Jarni (Eloy m. 75); Jorge, Josico (Pablo Lago m. 61), Samways; Guayre y Turdó (Oulare m. 65). Real Madrid: Casillas; Salgado, Helguera, Karanka, R.Carlos; Celades, Flavio (Rivera m. 73); Figo (Geremi m. 90), Guti, McManaman; y Morientes (Savio m. 46). Goles: 0-1. M. 57. Figo centra al área, allí Guti remata de cabeza, detiene el meta canario y el rechace lo aprovecha el propio Guti para marcar. Árbitro: Ansuategui Roca. Amonestó a Guayre, Schurrer, Jorge, Eloy, Samways y Figo. Unos 21.000 espectadores en el estadio Insular de Las Palmas. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Ramón Mendoza. Ambos equipos llevaron brazaletes negros en señal de luto. Crónica por televisión.

Su papel fue representado por Guti, que no es delantero centro pero ha marcado goles cruciales en esta Liga. Sobre todo de cabeza. Sorpresas del fútbol: nadie le tenía por cabeceador, y ahí está convertido en un Santillana imprevisto. Mal marcado por los centrales, Guti cabeceó un centro de Figo y aprovechó el rechace de Nacho González para conseguir el gol de la victoria. Fuera de eso, apenas hubo oportunidades. Ni del Madrid, ni del Las Palmas.

Fue un partido sin áreas, condicionado por el calor y por el seco estado del campo, que contribuyó aún más a rebajar la velocidad del juego. A ritmo de veteranos, los dos equipos se enredaron en un fútbol malo por lento, pesado e impreciso. No se vieron tres pases decentes, ni los detalles de los jugadores de clase. El Madrid salió sin Hierro y Raúl, ausencias que le provocaron un sentimiento de orfandad. Sin dos de sus jugadores fundamentales, se empleó con bastante timidez.

Al Las Palmas sólo se le ocurrió utilizar el carril de Jarni, cuya vitalidad contrastó con el cansino tono general. Antes de que se le acabara el aire, Jarni puso en graves dificultades a Míchel Salgado, cuyas carencias defensivas son visibles. Jarni no encontró ayuda. Guayre sólo ofreció una jugada decente, una diagonal que encontró la permisiva colaboración de los defensas madridistas. Jorge, otro jugador de clase, apenas tuvo impacto en el partido. Demasiado lejos del área, no logró conectar nunca con los delanteros. El Las Palmas parecía tan fatigado como el Madrid, pero sin capacidad para hacer daño en el área. No llegaba nunca.

Nadie cumplió un papel importante en el Madrid, pero algunos ofrecieron algún signo alentador. Helguera, por ejemplo, funcionó bien como defensa. Después de su ingente gasto de energía en el ecuador de la temporada, probablemente le venga de perlas jugar en el centro de la defensa. Celades mejoró sus actuaciones anteriores. Ganó confianza con el discurrir del encuentro y terminó distribuyendo el juego con criterio. De Flavio apenas hubo noticias. Se le vio atento, pero con poca contundencia, característica que les faltó a los tres centrocampistas del Madrid. Buenos jugadores como son, ni Celades, ni McManaman, ni este Flavio, dan sensación de poderío. En realidad, es un problema de todo el equipo, al menos en estas jornadas. El Madrid tuvo suerte de encontrarse con un rival de las mismas características y de conseguir la victoría precisa en el momento justo. Una victoria que probablemente valga el campeonato.

Flavio y Helguera persiguen a Guayre.
Flavio y Helguera persiguen a Guayre.J. AGUILERA

Jarni vuelve y se las ve con Figo

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