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Columna
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Deuda

El presupuesto de la Generalitat es más falso que una moneda de hojalata. Las partidas consignadas en el texto que aprueban las Cortes se convierten en cartas de un juego amañado cuyas reglas sólo conocen sus ejecutores. Después, los ingresos y los gastos se cuadran a martillazos, lo que genera la hinchazón alarmante de unos efectos pendientes de cobro cada vez más inverosímiles. A semejante chapuza la llaman algunos cursis 'ingeniería contable'. Desde que el PP se instaló al frente de la Administración autonómica, la falta de rigor ha sido tan estridente como los cantos de autoelogio de sus consejeros y diputados y las agresivas respuestas a cualquier crítica. Detrás de esa actitud se esconde una política, o mejor, una demagogia de consecuencias nefastas para las finanzas públicas. Cuando José Luis Olivas fue titular de Economía y Hacienda, el equipo que preside Eduardo Zaplana echó mano del supuesto agujero heredado de los socialistas y hasta se permitió rectificar los datos del Banco de España. Pero los informes del banco emisor no han hecho más que persistir de año en año en el galope de los indicadores referidos a las cuentas de un Ejecutivo que ha conseguido algo curioso: mantener el nivel de inversiones de hace cinco años y duplicar la deuda de la Generalitat. El dato, con el instrumental del sentido común, sólo puede traducirse de una manera: despilfarro. Pero la norma de los populares es negar la evidencia y hasta una persona tan seria y solvente como Vicente Rambla se permite atacar a 'algunos medios de comunicación que prefieren seguir utilizando datos sesgados para continuar ofreciendo, al igual que la oposición, una imagen deteriorada del Consell con el único interés de dañarle'. El actual titular de la cartera de Hacienda sabe muy bien qué empanada presupuestaria tiene entre manos, con sus imaginativos mecanismos para camuflar o diferir el endeudamiento incluidos. Quizás por eso, en un lapsus de sinceridad, su departamento prometía ayer que, en los próximos días, el consejero 'presentará alguna de las iniciativas tendente a explicar la situación financiera de la Generalitat Valenciana'. ¡Falta hace!

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