'El sociólogo moderno requiere compromiso'
Hace poco mas de un año que la Universidad de Valencia cuenta con facultad de Ciencias Sociales. Lo que antaño era una asignatura casi maldita es hoy una oferta de disciplinas para aspirantes a expertos y servidores del entramado social de nuestro mundo moderno. El profesor de Sociología Ecológica Ernest García es su decano. De 52 años, García es referencia obligada de la vanguardia progresista del Pais Valenciano desde hace tiempo. Ahora, su decanato va a impulsar una campaña de difusión de estos estudios.
Pregunta. Van a realizar una campaña de promoción del primer ciclo de Sociología. ¿Tan desconocida es la carrera?
Respuesta. Sólo llevamos desde noviembre del 99 y ahora que llegan para los estudiantes de COU las decisiones sobre qué estudiar editaremos unos folletos explicando que ya se puede estudiar sociología en Valencia y los enviaremos a todos los institutos. Además tenemos dos titulaciones nuevas sobre Ciencias del Trabajo, Gestión de Personal y Recursos Humanos.
P. En rigor, ¿cómo definiría usted la sociología?
R. Es un instrumento de la autoconciencia de la ciudad moderna, de la civilización urbana que es hoy la dominante. En realidad una ciudad como la nuestra de un millón de habitantes necesita 200 sociólogos trabajando para ella. Una de las condiciones de la modernidad es ser capaz de trabajar los tópicos, no eliminarlos, porque los tópicos no se eliminan nunca.
P. Uno se imagina al sociólogo como un sesudo experto en grandes temas y además marxista.
R. Eso ha cambiado. Nuestra facultad ofrece estudios de Ciencias Sociales, relaciones laborales, formación para trabajar en los ayuntamientos e instituciones. los servicios sociales, estudios de mercado... Y en lo que respecta al marxismo hay dos respuestas clásicas, una es que el marxismo es la alternativa a la sociologia tradicional, la otra es que el marxismo no es más que una de las manifestaciones de la sociología moderna.
P. Pienso en aquella primera hornada de sociólogos que hubo en Económicas en los setenta: Marqués, Salcedo, Mollá... Era el departamento mas subversivo, lúcido y perseguido del campus. ¿Han cambiado las cosas?
R. La capacidad de escandalizarse de la sociedad ha disminuido mucho. Una cosa son los grandes temas y otras las sencillas cosas de la educación. La sociología de los 70 tuvo las virtudes y los defectos de todo lo que es nuevo.
P. ¿Cuál es perfil de un aspirante a sociólogo?
R. Una obviedad es la curiosidad, se tiende a olvidar ese factor con un aprendizaje de puras recetas profesionales. Luego está el deseo de saber mas allá de los imprescindible. También hace falta un cierto compromiso, no me refiero al meramente político, sino a una cierta orientación de los problemas. La sociología no puede ser puramente contemplativa.
P. Ustedes los sociólogos discuten mucho sobre el presunto final de la sociedad...
R. Mire los periódicos, la sección de Sociedad es todo aquello que no es el núcleo duro, ni economía, política o derecho. El final de la sociedad significaría el final del conocimiento. En la lógica actual del neoliberalismo y la globalización, si todo es resolución económica suprimimos todo lo que no sea mercantil. Afirmar la necesidad de unos estudios de sociología es también luchar contra la no disolución del pensamiento social.
P. Señáleme un buen libro de sociología para estudiantes.
R. Sin ir mas lejos el libro País perplex de Josep Vicent Marqués es un efecto típico de reflexión sociológica. Estos dias estamos celebrando el aniversario de su aparición, creo que es un libro imprescindible para comprender el Pais Valenciano.
P. ¿No es un texto muy radical?
R. Es un gran libro, pero le señalaré otro La societat valenciana: estructura social i institucional, dirigido por Rafael Ninyoles y editado por Bromera. Si miras su lista de colaboraciones y trabajos, te das cuenta de que la actual sociología no está con los temas radicales sino que en muchas ocasiones es muy al contrario.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.