_
_
_
_

Donna Karan viaja a París

LVMH adquiere la firma de moda de Nueva York por unos 120.000 millones de pesetas

Enric González

Louis Vouitton Moet Hennessy (LVMH), la mayor compañía mundial del sector del lujo, no deja pasar ninguna oportunidad de expandirse. Especialmente en el sector de la moda, el campo de batalla que le enfrenta a Gucci.

La última adquisición de LVMH es la firma neoyorquina de moda Donna Karan International (DKI), por la que el conglomerado francés ha pagado 243 millones de dólares, unos 45.000 millones de pesetas. El grupo de Bernard Arnault tendrá que abonar otros 400 millones de dólares para hacerse con Gabrielle Studio Inc., la sociedad propietaria de las marcas de Donna Karan. En total, la operación asciende a 643 millones de dólares, cerca de 120.000 millones de pesetas.

Donna Karan International ha sido en los últimos años una de las compañías más polémicas en el mercado bursátil de Wall Street. Su fundadora, la diseñadora Donna Karan, decidió salir a Bolsa en 1996 al precio de 24 dólares por acción. Sus marcas eran célebres, la firma se había diversificado desde la alta costura hasta la ropa de consumo masivo bajo la denominación DKNY, pasando por gafas, zapatos, cosméticos, perfumes y todo tipo de accesorios, y la plantilla había crecido hasta los 16.000 empleados. Pero, para quienes compraron acciones, aquélla fue una operación desastrosa. Desde casi el primer día no dejó de bajar la cotización. Esta semana rondaba los 10 dólares, aupada desde los cinco por la oferta de LVMH, lanzada en diciembre. Las acciones de DKI eran un caso perdido, no porque la empresa flojeara en ventas, sino por el peculiar estilo con que Karan, que mantuvo un paquete del 21% del capital, gestionaba la firma.

Más información
Donna Karan viaja a París

Poco después de salir a Bolsa, Karan asombró a los inversores al retirar de DKI las marcas comerciales, lo más valioso en una firma de moda, y depositarlas en Gabrielle Studio, otra sociedad cuyos únicos accionistas eran la propia Karan y su marido, el escultor Stephan Weiss. Luego, la pareja se concedió un salario en DKI de 25 millones de dólares anuales (462 millones de pesetas), muy superior a los beneficios, que el año pasado, por ejemplo, no llegaron a los 10 millones de dólares (1.850 millones de pesetas). Los gastos en viajes eran astronómicos, incluso para una firma dedicada al lujo. La contratación en 1998 de un gestor profesional, John Idol, atenuó relativamente los excesos.

'El caso de DKI es una demostración de que poseer talento y una marca reconocida no basta en los mercados financieros. Hay que conseguir una rentabilidad cada vez mayor, unas ventas cada vez mayores, unos beneficios cada vez mayores', comenta Harvey Robinson, analista de Chapman Group. 'Una buena marca ofrece una cierta ventaja, pero en último extremo', añade Robinson, 'lo que marca la diferencia es una gestión eficiente'.

Pese a la mala gestión empresarial, Donna Karan sigue siendo la reina de la moda neoyorquina. Nació en Queens, un barrio de Nueva York, en 1948, hija de una modelo y un sastre, y se dedicó la diseño en la firma Anne Klein hasta que en 1984 fundó su propia empresa. 'Creo con todo mi corazón que LVMH tiene la experiencia, los recursos, la escala mundial y la visión necesarios para convertir esta casa de productos de lujo en lo que siempre soñamos', dijo Karan, que seguirá vinculada a DKI como diseñadora tras hacerse pública la venta.

LVMH posee ya varias firmas europeas de moda, como Christian Lacroix, Givenchy, Kenzo y Guerlain, y sociedades como Louis Vuitton (bolsos y maletas), Moët Chandon (champán), Hennessy (coñac), Dior y Fendi. DKI le permitirá abrirse camino en Estados Unidos; al mismo tiempo, su dominio del mercado europeo ofrecerá nuevas posibilidades a la ropa y los accesorios de Karan.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_