Londres sólo acepta que un técnico español siga las pruebas del 'Tireless'

Hurdford reconoció también algo que era vox populi desde que los ministros de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, y de Defensa, Federico Trillo, lo anticiparon: La demora sobre el calendario previsto de reparación del sumergible.

El retraso 'está relacionado con las operaciones de mecanizado y pulido' de la tubería, agrietada y ahora soldada, del sistema primario de refrigeración del reactor, según una nota del CSN difundida ayer por el Portavoz del Gobierno.

A causa de este atraso el submarino no zarpará, como anunciaron algunos miembros del Gobierno español, a mediados de abril ni tampoco a finales. La fecha previsible de su salida es, ahora, entre el 6 y el 8 de mayo, dos semanas antes de que se cumpla el año de estancia en la base militar de la Roca. El reactor será encendido unos días antes de la partida.

El Tireless hubiese podido zarpar una semana antes pero las autoridades españolas y británicas optaron por no llevar a cabo las pruebas hidrostáticas durante la Semana Santa. Esas pruebas, que consisten en comprobar si las tuberías soportan, sin que se produzcan fugas, una presión superior a la normal, se llevarán probablemente a cabo el 16 o el 17 de abril.

El ministro Trillo justificó el martes pasado el parón de la semana próxima 'por no incordiar a mucha gente que va hacia el sur ahora, en Semana Santa, por no crear alarmas injustificadas'.

Londres dio ayer satisfacción, después de consultar con Caruana, a la reivindicación del CSN de poder asistir a las pruebas de presión, pero recortó la presencia española más aún de lo que lo hizo en noviembre cuando permitió que dos técnicos nucleares efectuaran un recorrido restringido por el buque. Entonces no aceptó que fuesen acompañados por ningún funcionario español.

Esta vez será sólo el subdirector general de Ingeniería, Antonio Munuera, quien se desplazará a Gibraltar. Aun así el CSN expresó ayer su satisfacción 'porque se haya atendido su solicitud (...) en condiciones que garantizarán el acceso a datos e información suficientes (...)'.

Aunque algunos detalles de la presencia española quedan por precisar, Munuera no podrá acceder a la sala de máquinas, adyacente al reactor. Estará en la sala de mandos del submarino, según las explicaciones dadas por Hurdford, quien se mantendrá a su lado en todo momento.

La información le llegará allí a través de la radio interna del sumergible, aunque también tendrá la posibilidad de salir al dique, donde en una cabina con monitores podrá observar, a través de un circuito cerrado de televisión, los parámetros que marcan los principales instrumentos de la sala de máquinas.