Serra Ferrer y sus jugadores dicen que en Anfiled "será más fácil"

"This is Anfield" (Esto es Anfield), reza una placa en el túnel de los vestuarios en el estadio del Liverpool, justo cuando los jugadores van a saltar al césped. El reto está lanzado: el Barça no tendrá más remedio que ir a Inglaterra y ganar o empatar a uno o más goles, por el doble valor de los goles en campo contrario, si quiere salvar el año. La cita, crucial para el técnico Llorenç Serra Ferrer y para todo el vestuario, ya está enmarcada en rojo en el calendario azulgrana.

"El fútbol es cosa de dos y sólo ha habido un equipo. Ellos sólo han querido defender y no podíamos precipitarnos. Teníamos que ir con paciencia", dijo el mallorquín. "Nos ha faltado ritmo pero la vuelta será más abierta y con espacios para jugar. Será una final anticipada. Pero sí, yo esperaba otro Liverpool". Fue una lectura compartida por el vestuario."Es importante que no hayamos encajado goles y allí será más fácil. Con más espacios en Anfield, marcaremos". "Para que sea vea un partizado necesitas dos equipos. Parecía que no querían jugar. Igual el 0-0 no es tan malo y es peor para ellos", dijo Zenden. Guardiola abundó: "No es fácil sobrepasar a nueve jugadores. Ya veremos si somos valientes de replicarles allí".

"No se ha visto tampoco al mejor Liverpool", convino el técnico francés Gerard Houllier. "Hemos respetado demasiado al Barça aunque le hemos frustrado tácticamente. La eliminatoria está al 50%. No hemos atacado mucho, pero el Barça tampoco".

La jornada, en lo que a la hinchada inglesa se refiere, transcurrió con aparente naturalidad aunque Barcelona, como ya sucedió en Roma en una ronda previa, no se libró de los estragos del alcohol. Siete hooligans, de entre 36 y 22 años, ebrios de cerveza, fueron detenidos de madrugada tras apalizar a dos mendigos que les pidieron limosna y que requirieron asistencia sanitaria. Uno de ellos permanecía ayer ingresado en observación. Los siete seguidores declararon ante el juez.