La falta de cédula condena a la 'muerte civil' a 300.000 nicaragüenses

'Desde el 1 de abril se va a hacer obligatorio portar e identificarse con su cédula para cualquier gestión personal'. Silvio Calderón, magistrado portavoz del Consejo Supremo Electoral (CSE) de Nicaragua -poder del Estado que fiscaliza los comicios- fijaba así una fecha fatal para miles de nicaragüenses. Desde el domingo, los cerca de 300.000 ciudadanos que no tienen en sus manos el pequeño rectángulo plastificado son considerados 'muertos civiles', en palabras de Calderón.

No pueden votar, firmar un contrato, sacar dinero del banco o solicitar asistencia médica en un hospital, por poner algunos ejemplo, al no poder demostrar quiénes son. La cédula de identificación, que hasta ahora sólo se exigía a la hora de depositar el voto, se ha convertido en el único documento oficial de identidad válido para cualquier realizar gestión. La licencia de manejo (carné de conducir), el pasaporte o la tarjeta del seguro social ya no sirven para estos menesteres.

La medida fue tomada por el CSE después de las elecciones municipales del pasado 4 de noviembre para incentivar a los nicaragüenses con 16 años cumplidos a solicitar su documento y tratar de evitar que en los próximos comicios generales, convocados para el 4 de noviembre de este año, se repita el alto índice de abstención. En el sufragio del año pasado, un 44,6% de los inscritos en el censo electoral no acudió a depositar su voto. Un cuarto de ellos ni siquiera tenía la posibilidad de hacerlo al carecer de la cédula.

De un censo de 2.813.863 ciudadanos mayores de 16 años, 2.514.155 tienen su cédula, según los datos manejados por el CSE. A los 299.708 residentes indocumentados (el 15%) hay que añadir un porcentaje no concretado de los 900.000 nicaragüenses que se calcula que viven en el extranjero, para los que, por falta de recursos económicos del Estado, no se ha previsto ningún proceso de solicitud a través de los consulados.

El CSE alega que estos ciudadanos no identificados se despreocuparon del asunto hasta el último momento o iniciaron los primeros trámites para después olvidarse. Los almacenes del CSE albergan 137.231 cédulas que esperan a que sus titulares acudan a retirarlas. Sin embargo, Calderón admite cierta responsabilidad de la institución. Cuando los nicaragüense eligieron a sus alcaldes, se permitió el voto en cualquier circunscripción con la condición de que el votante dejase su cédula a efectos de comprobación. De los 106.000 documentos retenidos entonces, sólo se han devuelto 30.000 hasta la fecha. 'Esto pasó por problemas de capacitación a funcionarios de las JRV . Metieron las cédulas en las valijas que contenían todo el material electoral y esos bolsones no podían abrirse porque varias semanas después todavía estábamos resolviendo algunos recursos', explica el magistrado.

Muchas son las personas que afirman haber solicitado su documento hace meses y culpan al CSE de haberse retrasado en la fabricación y entrega de los carnés. En 2000, las cédulas emitidas pero que aún no habían sido entregadas, se utilizaron por el CSE para verificar las firmas de apoyo que tuvieron que reunir por los partidos políticos que se presentaron a las municipales.

Las ordenadas filas de pacientes ciudadanos que se formaban en la Delegación de Cedulación del Distrito III de Managua han sido sustituidas a principios de mes por alborotados grupos de personas que acuden a reclamar su cédula. La muchedumbre es tal que ya han aparecido los avispados vendedores ambulantes: los reclamantes tendrán que esperar horas pero podrán comer, beber, comprar tabaco o golosinas mientras les llega su turno. El CSE ha decidido entregar una Constancia de Identidad Provisional, con validez durante 45 días no renovables, a los rezagados, aunque esta medida no se ha cumplido en todos los casos.