Bush habría ganado el segundo recuento en Florida
Una revisión del controvertido escrutinio de Florida en las pasadas elecciones de Estados Unidos realizada por los periódicos The Miami Herald y USA Today concluye que si el Tribunal Supremo no hubiera suspendido el recuento de votos, George Bush hubiera sido 'casi seguramente' el ganador. Los rotativos han utilizado diferentes metodologías de recuento, tres de las cuales dan la victoria a Bush y dos al candidato demócrata, Al Gore. En sus ediciones de ayer destacaron los resultados favorables a Bush por 1.665 sufragios, aplicando el método que excluye de la revisión los votos que ya estaban contabilizados en varios condados cuando los jueces detuvieron el recuento. Ese sistema acepta como válidos los escrutinios que entonces entregaron los condados de Broward, Palm Beach, Volusia y partes de Miami Dade, que otorgó la victoria al presidente Bush por 537 votos. Sin embargo, la 'revisión completa' de los 67 condados llevada a cabo por los periódicos arroja un margen de victoria de 393 votos a favor de Gore.
'En la información que damos hoy, nuestro enfoque es qué hubiera pasado si el recuento hubiera proseguido en los condados en que no lo habían iniciado en el momento en que el Tribunal Supremo lo paró', explicó ayer Martin Baron, director de The Miami Herald.
En el artículo publicado ayer, The Miami Herald subraya: 'Las juntas electorales de Palm Beach y Broward desecharon cientos de papeletas marcadas idénticamente a otras que en cambio sí fueron contabilizadas como válidas. Si esas papeletas se hubieran tenido en cuenta, permitiendo que los distintos tipos de perforaciones se computaran, Gore estaría hoy en la Casa Blanca'.
Irónicamente, el presidente Bush sale victorioso con el método de recuento que él rechazaba y por el que abogaba su contrincante, en el que se contabilizan todos los tipos de perforaciones (con una esquina, dos o tres esquinas desprendidas y con las famosas preñadas). Gore, sin embargo, gana por tres votos al aplicar el método 'estricto' que quería Bush, que solamente aceptaba como legales los votos claramente perforados, y por 393 en la revisión total del Estado.
