Mejora el niño de ocho años que recibió 50 mordiscos de dos perros al saltar la verja de un chalé de Boadilla

Lorenzo T., el niño de ocho años ingresado desde el pasado sábado en la UVI del hospital Montepríncipe de Boadilla del Monte tras sufrir el furibundo ataque de dos perros pastores alemanes, mejora de sus heridas, según informó ayer José Martín, tío del menor. Los perros atacaron al chaval a las 18.30 del sábado en un chalé de Boadilla, cuando intentaba, colgado de un árbol, cruzar la verja de seguridad y penetrar en el jardín donde estaban los animales. Uno de los perros atrapó a Lorenzo por una pierna y lo arrastró hacia el suelo. Durante 15 minutos el niño recibió más de 50 mordeduras por todo su cuerpo, según Martín. Las más graves están localizadas en la parte posterior del cuello, en el tórax y en ambos muslos, cerca de las arterias femorales. Lorenzo fue intervenido en el centro sanitario durante más de tres horas.

En la mañana de ayer, el chaval pronunció sus primeras palabras tras el ataque de los perros. 'No quiero que los maten; también tienen derecho a vivir', según refiere Martín. 'No tiene dolores porque está sedado. También es positivo que no esté muy afectado psicológicamente', añadió Martín. 'Yo estoy convencido de que cruzó la valla para acariciarlos'.

Los médicos resaltan que Lorenzo hubiera 'descansado bien durante la noche'. 'Aunque la evolución en los próximos días será importante para descartar una infección generalizada del organismo [septicemia], producida por los mordiscos del perro', explicó el tío del menor. Los facultativos han decidido dejar abierta la herida más grave, situada en la parte posterior del cuello, 'para que drene'. Al mediodía de ayer, la familia de Lorenzo tampoco tenía noticias de los dueños de los perros. 'Que se presenten al menos para entregar las cartillas sanitarias y las vacunaciones de los animales', pedían los familiares.

'Las heridas son tremendas; todavía existe riesgo de que sufra infecciones y necesita una transfusión sanguínea', explicó Lorenzo Jourdain, padre del pequeño, quien hizo un llamamiento a la responsabilidad a los dueños de perros y a las instituciones para que haya un mayor control de estos animales. Los perros de guarda y defensa 'no parecen normales', y sus dueños, dijo Jourdain, deberían ser conscientes de que tienen 'armas de matar en casa'.