Se ha acabado...

Después de tres meses de angustia, hemos podido al fin pasear por el pie del Balandrau con la tristeza en el corazón por la pérdida de nuestros compañeros y nuestra compañera, pero con la alegría de haberlos encontrado a todos. El 24 de marzo, la curiosidad de un montañero hizo que entrara en uno de los agujeros que habían efectuado los bomberos para que el deshielo fuese más rápido, y tuvimos la suerte de encontrar a Àngels. La alegría triste de más de un centenar de personas que estábamos allí es evidente, pero lo más importante fue la piña que todos hicimos alrededor de la familia, para hacer más soportable estos momentos tan duros. Fue una consigna silenciosa que fue desde los voluntarios a los Mossos, los bomberos y los voluntarios de Cruz Roja. A todos queremos hacerles llegar nuestro agradecimiento por el trabajo que han realizado, y especialmente por su caliu humano.

Queremos agradecer el trabajo de los Mossos del grupo de montaña y de los bomberos, que han pasado días trabajando sobre la nieve en condiciones muy duras. Esperamos que esta triste historia sirva para mejorar todo lo que haya fallado y para que se haga un registro de voluntarios de montaña que permita actuar con la máxima eficacia en estas situaciones.-