Nueva orden de prisión para la líder opositora de Ucrania

Poco le ha durado la libertad a Yulia Timoshenko, la carismática ex viceprimera ministra ucrania y enemiga declarada del presidente Leonid Kuchma que fue detenida el pasado febrero acusada de contrabando y falsificación de documentos. A los cuatro días de que su encarcelamiento fuese declarado ilegal por un juez de Kiev, una instancia superior atendió ayer la protesta de la Fiscalía General y ordenó el ingreso en prisión de la dirigente opositora, que entretanto ha anunciado su intención de ser candidata a la presidencia.

La orden no se podrá cumplir de forma inmediata, ya que Timoshenko se encuentra hospitalizada para reponerse del quebranto que sufrió su salud en la cárcel. La policía vigila su habitación noche y día (aunque ella ha dicho que por nada del mundo abandonará Ucrania) y tiene orden de conducirla a prisión en cuanto se recupere.

El caso podría ser uno más de corrupción en las altas esferas del poder de no mediar un escándalo que tiene a Kuchma contra las cuerdas. La oposición acusa al presidente de ordenar la desaparición y probable asesinato de un periodista crítico con el poder, Gueorgui Gongadze. Se basa para ello en una grabación obtenida clandestinamente en la que alguien cuya voz se parece a la de Kuchma como una gota de agua a otra habla sin tapujos y con lenguaje de hampón de deshacerse de Gongadze.

Uno de sus dos supuestos interlocutores era el ministro del Interior, Yuri Kravchenko, destituido el lunes en lo que parece un intento del presidente de aplacar las protestas callejeras, cada vez más frecuentes y nutridas y que, en ocasiones, han derivado en enfrentamientos violentos. Kuchma lo niega todo, se dice objeto de una conjura con ramificaciones en el exterior y reitera que la presión popular no le hará dimitir y que no es nada comparada con el peso de los millones de ucranios que le reeligieron a finales de 1999. Timoshenko recibió ayer en su habitación del hospital a una delegación de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, y criticó al 'régimen oligárquico' de Kuchma.