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Tribuna:DEBATE POLÍTICO
Tribuna
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Un nuevo impulso al centro

Desde 1995, la política desarrollada por el Partido Popular de la Comunidad Valenciana al frente de la Generalitat se ha convertido en un punto de referencia en toda España. Se ha marcado un estilo político propio, vertebrado por tres ejes fundamentales que Eduardo Zaplana anunció en 1994, y que definen un ideario político de centro: recuperación de la sociedad civil, apuesta por la persona, y avance en la sociedad del bienestar. Se ha configurado, además, un auténtico poder valenciano, que ha hecho posible que la Comunidad esté más vertebrada alrededor de un proyecto único, y que ocupe la posición que le corresponde en el conjunto de España. De este modo, los ciudadanos de Valencia, Castellón y Alicante han incrementado su autoestima y su ilusión por el futuro.

'Sólo el centro cuenta con las bases adecuadas para discernir los problemas y dar soluciones'

Este modelo de actuación política tan sólo es criticado dentro de la Comunidad por una oposición política y mediática que se empeña en afirmar persistentemente que todo va mal, aunque para ello haya incluso que negar la realidad. En cambio, basta cruzar nuestros límites territoriales y trasladarse a alguna de las comunidades vecinas para comprobar que el extraordinario impulso de la Comunidad durante los últimos cinco años y el notable incremento de nuestra capacidad de influencia a nivel nacional suscitan una auténtica admiración. Como ha dicho recientemente el presidente Zaplana, antes éramos los olvidados de España; hoy algunos piensan que somos los predilectos.

Los logros de la gestión realizada en estos cinco años son evidentes: unos ritmos de creación de empleo desconocidos desde hace décadas, y notablemente superiores a los del resto de España; un crecimiento económico superior al 4% durante cuatro años consecutivos; un notable avance en el bienestar de los ciudadanos, materializado en la mejora de todos los servicios públicos; un decisivo impulso a nuestras infraestructuras de comunicación, etc.

Pero en el PP de la Comunidad Valenciana no nos contentamos con lo que ya hemos logrado, pues deseamos seguir mejorando nuestra Comunidad, y plantearnos metas más ambiciosas. Ésa ha sido la razón de la Convención Regional celebrada el segundo fin de semana de marzo, en Alicante, con la que hemos querido hacer un especial esfuerzo por anticipar el futuro.

Porque sólo el centro cuenta con las bases adecuadas para discernir los problemas del futuro y plantear soluciones. La izquierda permanece anclada en la visión determinista propia de sus orígenes ideológicos, que achaca la buena o la mala marcha de la sociedad al simple efecto de los ciclos económicos, y que le priva de toda capacidad de iniciativa y de plantear propuestas y programas capaces de ilusionar a la sociedad. Y los nacionalismos están presos de su cortedad de miras, que les dificulta formular una reflexión global que sea capaz de ir más allá de los simples planteamientos reivindicativos.

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Sólo el Partido Popular está en condiciones de ofrecer a la Comunidad un horizonte de futuro. Un horizonte de futuro que ha de tener en cuenta las características del nuevo entorno social al que nos encaminamos, para el que no valen las viejas recetas, las concepciones ideológicas gestadas en épocas anteriores. Un entorno definido por el pleno empleo, que constituye una revolucionaria transformación social, pero que a la vez plantea desafíos nuevos, a los que habremos de saber dar respuesta; por la globalización, que supone un mundo distinto, sin fronteras sociales ni económicas; por el impacto de las nuevas tecnologías, que podrían generar nuevas barreras sociales, y que hemos de convertir sin embargo en un factor de democratización y de universalización del crecimiento y el bienestar.

Queremos entrar, pues, en una segunda fase de progreso, afrontando seis grandes retos:

a) Un nuevo impulso al desarrollo tecnológico, con el fin de garantizar un crecimiento sostenible, que se transforme en bienestar para todos. En este contexto, la lucha contra la infoexclusión se convierte en un objetivo ineludible: en la medida en que las tecnologías de la información y la comunicación constituirán en el futuro la principal fuente de oportunidades, se hace preciso garantizar la plena accesibilidad a las mismas de todos los ciudadanos, para evitar la generación de nuevas desigualdades y lograr, en cambio, que las nuevas tecnologías se conviertan en un potente factor de integración. Por otro lado, frente a visiones obsoletas que contemplaban el desarrollo tecnológico y la protección del medio natural como objetivos incompatibles, hoy se abre paso una nueva perspectiva que subraya su complementariedad, y que encuentra su adecuado reflejo, ante todo, en el diseño de tecnologías eficaces para la solución de los problemas ambientales.

b) Un nuevo avance en la calidad de la educación, principal factor de integración y de cohesión social. El sistema educativo ha de ofrecer un sólido bagaje de materias básicas como la lengua o las matemáticas, los idiomas, los conocimientos humanísticos o el uso de las nuevas tecnologías, que permitan además adquirir los necesarios hábitos de aprendizaje para estar en condiciones de afrontar posteriormente el desarrollo personal y profesional en cualquier ámbito. Y ha de ofrecer a la persona una formación integral, firmemente anclada en los valores éticos. Hoy no cabe, por lo demás, entender reducida la fase del aprendizaje a una etapa concreta de la vida; las constantes transformaciones del entorno productivo y las altas exigencias de cualificación que reclama obligan a garantizar el acceso a la formación a lo largo de todo el ciclo vital. Una educación cualificada será, precisamente, el principal medio para asegurar la plena integración social de la población inmigrante.

c) Una nueva política social, que garantice la integración de todos los ciudadanos, y que ofrezca una atención integral a cualquier persona en situación de dependencia (enfermos, mayores, discapacitados o drogodependientes que necesiten asistencia de otras personas). Hoy no basta con garantizar la cobertura de las necesidades asistenciales básicas; el objetivo es que cualquier ciudadano cuente con todas las oportunidades para su plena autorrealización y desarrollo personal, a través de una red integrada de servicios sociales.

d) La transformación de la Administración Pública, para hacerla más eficaz y más cercana a los ciudadanos. No se trata de que haya más gasto público, sino de que el gasto sea más eficiente. El uso de las nuevas tecnologías abre, en este sentido, posibilidades que todavía se encuentran inéditas para caminar hacia la configuración de una verdadera Administración electrónica. Por otro lado, la profesionalización de la carrera administrativa, estableciendo sistemas de promoción interna que premien adecuadamente la actividad desarrollada y proporcionen incentivos al rendimiento y el esfuerzo, contribuirá decisivamente a mejorar la eficacia de los empleados públicos.

e) Una más intensa participación de los ciudadanos en la vida social y política, a través de una variedad de cauces. En el nuevo siglo, sólo podrán garantizar el progreso y el bienestar de los ciudadanos aquellas sociedades que sean capaces de movilizar todos sus recursos y energías para la consecución de los objetivos comunes. Los diversos fenómenos asociativos surgidos de la iniciativa de los ciudadanos han de encontrar, pues, el espacio necesario para su adecuado desenvolvimiento y para contribuir activamente a los objetivos sociales, contando también con vías eficaces para participar en las decisiones de los poderes públicos. El impulso de las organizaciones no gubernamentales de cooperación al desarrollo y a las entidades de voluntariado cobra, en este marco, una importancia esencial.

f) El liderazgo nacional e internacional de la Comunidad Valenciana. Desde la más plena lealtad a España y a nuestra participación en la Unión Europea, la Comunidad Valenciana cuenta hoy con todas las condiciones para asumir un nuevo liderazgo, y para impulsar con su crecimiento el progreso de todos. Nuestro liderazgo ha de ser, pues, un liderazgo generoso, que nos permita contribuir a una mayor solidaridad y cohesión dentro de España y en todo el mundo, con especial atención a la comunidad iberoamericana y a los países del Magreb.

Estos son algunos de los ejes básicos de nuestra apuesta de futuro. Es momento óptimo para alcanzar una nueva Edad de Oro para la Comunidad. Bajo el impulso de su presidente Eduardo Zaplana, el PP valenciano ha demostrado que cuenta con un proyecto, y que dispone un amplio equipo de personas capaces de hacerlo realidad.

Vicente Martínez Pujalte es portavoz de Hacienda del PP en el Congreso.

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