Al encuentro del flamenco

Batas de cola, mantones, empaque, sobriedad, sosiego. La Compañía Andaluza de Danza (CAD) puso sobre el escenario del teatro Lope de Vega de Sevilla, la noche del pasado jueves, su espectáculo más flamenco desde que, en 1998, José Antonio se hizo cargo de la dirección. El público, que siempre celebra reconocer lo que contempla, lo agradeció.

Encuentros es la apuesta de la compañía por dos jóvenes creadores, Isabel Bayón y Rafael Campallo, y por otros dos ya consolidados: Eva Garrido, La Yerbabuena y Alejandro Granados. 'Se para cuando tiene que pararse, mira al público y baila muy hombre', comentaba la noche del estreno una aficionada, cansada de los bailaores que parecen que les han dado cuerda y casi hacen chispas con las botas. Granados, que firma cuatro de las ocho coreografías -una de ellas junto a José Antonio- que incluye el montaje se ganó al público con las alegrías que interpretó en solitario y que tituló El Patuca, en recuerdo de su abuelo, el cantaor gaditano del mismo nombre.

El nuevo espectáculo, que también podrá verse esta noche y mañana día 1 de abril, se estrenó arropado por un público muy flamenco. No faltaron artistas como Matilde Coral, Javier Barón, Javier Latorre, Andrés Marín y El Mimbre, entre otros; ni tampoco políticos, incluídos el presidente de la Junta, Manuel Chaves, y la Consejera de Cultura, Carmen Calvo. Quizás fue la presencia de la consejera, quien anunció esta semana que el teatro Central -cerrado por un conflicto laboral- permanecerá cerrado hasta después de Semana Santa, lo que movió a varios desconocidos a arrojar pasquines cuando finalizó la representación. El papelito, que decía celebrerar el 'Día mundial del pasquín' pedía la reapertura del Central.

Dharma, el baile que empezó por jaleo, siguió como taranta y terminó en fandango, fue la propuesta de Eva La Yerbabuena, una bailaora que se ha consolidado hace cuatro años y ahora es una de las más requeridas en escenarios de todo el mundo. Úrsula López, Alicia Márquez y Luis Miguel González, entre otros bailaores de la compañía, hicieron las delicias de los aficionados más heterodoxos.

A Isabel Bayón, que bailó unas bulerías por soleá, ¡Ea! ya pasó, la gente la encontró 'sensual, contenida y con un maravilloso recogimiento en los brazos'. Sensualidad que aportó también a sus tangos, Esencia, que creó para las bailaoras del CAD. La aparición de José Antonio, acompañado por Granados, puso la nota jonda a la noche.