El Gobierno de Venezuela saca al Ejército a la calle para controlar las protestas
El Gobierno venezolano militarizó ayer siete estados del país, donde se concentra más de la mitad de sus 24 millones de habitantes, para prevenir posibles brotes de violencia y disturbios como consecuencia de la ola de paros laborales y protestas sociales que se ha recrudecido esta semana. Pese a la medida "disuasiva" de la Guardia Nacional (GN), los sindicatos petroleros, educadores, electricidad, metalúrgicos, taxistas y transportistas continuaron con sus paros, hasta que el Gobierno atienda sus reivindicaciones.
Los soldados amanecieron custodiando las principales vías de acceso a Caracas y sus avenidas céntricas. Igualmente, los centros de distribución de gasolina, refinerías e instalaciones petroleras de los estados Zulia, Carabobo, Anzoátegui, Miranda y Bolívar. Todo para "disuadir y resguardar la vida y seguridad de los ciudadanos, enfrentar delincuentes y cualquier perturbación del orden público", según el ministro de la Defensa y ex canciller José Vicente Rangel. Este afirmó que los uniformados tienen instrucciones de "no atropellar a nadie", pero también de "impedir cualquier desorden público, manifestación no autorizada y actos vandálicos y de violencia".
Por su lado el ministro de la Secretaría de la Presidencia, Elías Jaua, aseguró que, con la presencia de los soldados en la calle, "la situación social es de absoluta normalidad". "Los uniformados regresarán a los cuarteles cuando vuelva la tranquilidad", añadió.
Curar el cáncer con aspirina
Los parlamentarios, sin embargo, observan con cautela la militarización del país. Julio Borges, diputado de Primero Justicia, declaró que "la sociedad tendrá que usar la Guardia Nacional para tomar el Gobierno". "Sacar a las fuerzas militares a la calle es como curar cáncer con aspirina".
Iris Varela del gubernamental Movimiento V República aseguró que "la gente votó por Chávez porque quería que pusiera mano dura. Eso es bueno para el país, pero hay que reactivar las comisiones de derechos humanos".
Los 60.000 trabajadores de la estatal Petróleos de Venezuela demandan el incremento salarial del 15% decretado el año pasado. Unas 40 personas de este sector fueron apresadas por enfrentarse a los uniformados en centros de distribución de gasolina. Además, todos los niveles de la educación pública entraron en conflicto después que los 240.000 maestros y profesores de la básica y media paralizaron sus labores.
La Universidad Central de Venezuela vivió ayer una jornada de violencia, luego que la federación de centros de estudiantes secuestró a las autoridades universitarias y puso otro Gobierno paralelo.
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