La UE cuestiona el encauzamiento de los barrancos de L'Albufera
La Comisión Europea acaba de recriminar a España por no haber sometido el proyecto de encauzamiento de los barrancos de L'Albufera 'a una adecuada evaluación de sus repercusiones'. El plan para cementar hasta 42 kilómetros de barrancos dentro y fuera del parque natural suscitó varias reclamaciones puesto que la obra podría implicar la destrucción de los ecosistemas de ribera de estos barrancos así como el aterramiento del lago por un mayor aporte de sedimentos. La comisión pidió informes a España, pero según una reciente carta de Bruselas a Acció Ecologista Agró, 'la respuesta de las autoridades españolas no ha sido satisfactoria'. Ahora, la Comisión vuelve a pedir una evaluación más rigurosa al Ministerio de Medio Ambiente, que en caso de no llegar podría desembocar en una denuncia ante el Tribunal de Luxemburgo.
Para Víctor Navarro, presidente de Agró, todo apunta a la paralización del proyecto 'puesto que España, que ya respondió con retraso, no tiene más informes que aportar'. Y augura que si el Gobierno insiste en ejecutar el proyecto podría enfrentarse a cuantiosas sanciones económicas. A su juicio, apenas se ha evaluado el impacto de la obra y lo poco que se ha hecho está mal. Así, Navarro esgrime un informe aportado a Bruselas en el que se señala que el proyecto prevé desviar hacia el lago del L'Albufera dos ramblas que siempre han desembocado en el río Turia sin evaluar el impacto de sus lodos sobre el valioso humedal. Además, en los estudios sobre el parque natural, el ministerio usó un modelo que asignaba a L'Albufera una profundidad de 3 metros cuando el lago tiene una media de 0,8 y un máximo de 2.
Aves ribereñas
Agró también esgrime un informe de la Consejería de Medio Ambiente 'ocultado por el ministerio', pero que ellos han aportado a Bruselas, en el que se asegura que el proyecto no ha tenido en cuenta (el Gobierno aseguró a la UE en su respuesta que sí) el impacto sobre especies de la avifauna de ribera como el martín pescador o el avió zapador y otras aún más valiosas. 'Han mentido a Bruselas', acusó Navarro, que pidió la retirada del proyecto y que la Confederación Hidrográfica del Júcar cumpla con su obligación de limpiar los cauces e impedir su ocupación ilegal.
A juicio de los ecologistas, la mejor manera de protegerse de las avenidas es respetar los barrancos -'l'aigua torna al seu lloc', recuerdan invocando al saber popular-. Por eso denuncian multitud de casos en los que los ayuntamientos y la CHJ han consentido la invasión de los cauces por empresas, polígonos industriales y urbanizaciones. Abogan por su recuperación y recuerdan que en las trombas del pasado 23 de octubre en el barranco principal sólo se desbordó en tres puntos en los que se habían rebajado las motas (los límites) sin volver a restaurarlas.
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