El edificio Fòrum será un gran prisma triangular que cubrirá una plaza de 15.000 metros cuadrados

Si la torre de Aguas de Barcelona proyectada por el arquitecto Jean Nouvel llamará poderosamente la atención por su altura -142 metros-y su forma -un gran obelisco brillante-, el edificio Fòrum destacará por todo lo contrario: un gran triángulo de 160 metros de lado y apenas 25 metros de altura que cubrirá una plaza de 15.000 metros cuadrados. Esta es precisamente la principal virtud del proyecto que presentó ayer su autor, el arquitecto suizo Jacques Herzog: la de conjugar un gran edificio con un gran espacio público.

Hay que imaginarse una gran losa en forma de triángulo equilátero de 160 metros de lado -algo más que una manzana y media del Eixample- de un material traslúcido que se elevará sobre el suelo. La losa estará perforada por cráteres que dejarán pasar la luz natural a la gran plaza de 15.000 metros cuadrados que quedará debajo del edificio, a ras de suelo. El gran triángulo no será completamente plano, sino que se irá elevando siguiendo la cota del terreno que ha de cubrir: una parte del cinturón del litoral. En todo caso, la parte más elevada del triángulo tendrá una altura de 25 metros y la más baja será de 10. El edificio tendrá una sola planta y en su interior acogerá una sala de exposiciones de 2.000 metros cuadrados, un foyer (sala polivalente) y servicios de restauración.

El edificio que presentó ayer el equipo de arquitectos Herzog & De Meuron será uno de los escenarios centrales del Fòrum 2004 y después del evento quedará integrado en el centro de convenciones con el que estará comunicado. Se levantará en la confluencia de la avenida Diagonal con la rambla de Prim y casi se confundirá con la gran explanada de 14 hectáreas que culminará en un sistema de gradas suspendidas sobre el mar. Será espectacular.

Juego de luces

El edificio se asentará sobre un gran cubo en cuyo interior habrá un gran auditorio con una capacidad para 4.000 personas, lo que representa casi el doble del Palacio de Congresos de la Fira. Se trata de un auditorio muy singular porque será el pilar central sobre el que se apoyará el edificio triangular. El patio de butacas estará por debajo de la planta, en el sótano. Al nivel de la plaza pública, el interior del auditorio será visible a través de un muro de cristal, pero se podrá acceder a él desde la planta superior.

La losa triangular estará salpicada de agujeros que dejarán pasar rayos del sol en diferentes inclinaciones hasta la plaza pública, concebida para que tenga un atractivo juego de luces y sombras. El material de construcción de la gran losa será transparente y parte de la cubierta consistirá en unos depósitos de agua que en algunos puntos caerá en cascada por los tragaluces. No se trata simplemente de un elemento decorativo, sino funcional. El agua que circulará por esos depósitos procederá de la depuradora y servirá para refrigerar la estructura de la losa triángular.

Aunque todavía no se ha decidido el tipo de material con el que se construirá la losa, Herzog adelantó ayer que se alternará 'el cristal traslúcido con materiales semitransparentes que dejen pasar la luz de forma indirecta'.

Herzog explicó que la primera idea que consideró para el edificio fue la de un gran cubo de 65 metros de lado. 'Pero luego la idea fue transformándose hasta llegar a la expresión actual, en la que prima el espacio público. No se trataba de construir simplemente un edificio para acoger exposiciones y un auditorio', abundó Herzog. Un proyecto para una ciudad como Barcelona obligaba a enfocarlo como un 'punto de encuentro'. El equipo de Herzog es el autor de la reforma de la Modern Tate Gallery, de Londres, un espacio cultural que se ha convertido en un lugar de encuentro y que ha multiplicado por tres el número de visitantes esperados.

Por otra parte, el edificio del Fòrum, con sus apenas 25 metros de altura, será el contrapunto de las torres que lo rodearán, de entre 80 y 100 metros de altura, como el edificio de convenciones, el hotel Fòrum y el hotel Diagonal 1.

El coste del edificio será de unos 8.000 millones de pesetas. La mayor parte, 5.000 millones, será sufragada por la Diputación de Barcelona, y los 3.000 restantes los aportará el Ayuntamiento de Barcelona, que solicitará fondos europeos.

El edificio Fòrum quedará conectado a través de un largo pasillo subterráneo con el centro de convenciones que proyecta el arquitecto José Luis Mateo y cuyo elemento central es una sala de 65.000 metros cuadrados.

Según explicó ayer el alcalde, Joan Clos, ambos edificios configurarán 'una gran unidad congresual para convenciones de 30.000 o 40.000 personas'. Clos añadió que este complejo tendrá dos partes: 'El edificio de Mateo, para actividades más comerciales, y el de Herzog, para una oferta de tipo cultural'.

El alcalde avanzó que una vez pasado el año 2004, la plaza pública que quedará bajo el edificio Fòrum será un lugar muy idóneo para albergar ferias como la de los anticuarios y otras. El Ayuntamiento también tiene previsto ubicar en este edificio los estudios de Barcelona Televisión. El arquitecto jefe del Ayuntamiento, Josep Anton Acebillo, explica que el edificio Fòrum constituye un manifiesto de 'la arquitectura sutil europea, que ofrece modelos específicos y distintos de los que propone la arquitectura norteamericana, más propio de ciudades muy tercializadas'.