Los Mossos pactan con 50 ciudades una ofensiva contra la alcoholemia

Mano dura contra la alcoholemia. Ése es el mensaje que transmitieron ayer los Mossos d'Esquadra, que este fin de semana realizarán una actuación sin precedentes en colaboración con las policías locales de 50 ciudades catalanas. En total, 664 guardias urbanos y 402 agentes de la policía autonómica.

Durante las noches del viernes y el sábado se establecerán 269 controles en las vías urbanas e interurbanas de Cataluña y se harán miles de controles. La experiencia se repetirá en las próximas semanas y forma parte de una campaña institucional que durará hasta noviembre.

Joan Delort, director del Servicio Catalán de Tráfico, justificó ayer con cifras la gran ofensiva: en dos de cada cinco accidentes mortales existe una relación causa-efecto con la ingesta de alchol. El año pasado se produjeron en Cataluña más de 26.000 accidentes, en los que sufrieron heridas de diversa consideración más de 33.000 personas. Otras 800 fallecieron.

'Por primera vez no se hace una campaña aislada en una carretera, sino una acción conjunta', destacó Delort. De las 50 ciudades y municipios que se han sumado a la iniciativa, 28 son de Barcelona, 10 de Girona, 9 de Tarragona y 3 de Lleida. En la lista figuran las ciudades más pobladas, con alguna excepción notoria. Por ejemplo, Castelldefels, Viladecans y Sitges, cuyos términos municipales atraviesa la autovía de Castelldefels, una carretera muy transitada. Diez ayuntamientos han declinado sumarse a la iniciativa.

Controles efectivos

Los controles no serán aleatorios, sino que se instalarán en las vías más problemáticas. Si no se produce un accidente y el conductor se niegan a soplar, no se le detendrá, siguiendo una recomendación del fiscal jefe de Cataluña. Sin embargo, en el caso de la Guardia Urbana de Barcelona, se hará un atestado y el conductor deberá acudir al juzgado al día siguiente para recoger la citación, y el caso se tramitará como juicio rápido. Si el conductor da positivo, el vehículo se inmovilizará.