La FIDE busca su entrada en la televisión

Enfrascada en una actividad incesante para lograr patrocinadores, la Federación Internacional (FIDE) busca ahora la manera de demostrar que el ajedrez es televisivo. Para ello, organizó el martes un duelo en Moscú entre el británico Nigel Short, subcampeón del mundo oficioso en 1993, y el ruso Alexánder Jálifman, campeón del mundo en 1999, que ganó el primero en la muerte súbita. Las partidas fueron grabadas para realizar un vídeo de promoción.

Quienes sostienen, como el excampeón Anatoli Kárpov, que el ajedrez nunca encajará bien en la pequeña pantalla suelen poner el siguiente ejemplo: “Todo el mundo entiende a la primera que la pelota de golf debe entrar en el hoyo. Pero comprender las reglas del ajedrez exige un esfuerzo de aprendizaje”. Contra ese argumento, la FIDE apela a la velocidad y el espectáculo: dos partidas rápidas (20 minutos por bando más 10 segundos que el reloj añade automáticamente tras cada jugada) y muerte súbita en caso de empate, con cinco minutos para cada jugador; tableros electrónicos conectados con pantallas gigantes para que los espectadores e internautas no pierdan detalle; las imágenes del tablero se combinan con primeros planos de los jugadores, servidos por varias cámaras; el público escucha comentarios de grandes maestros a través de auriculares.

Todo ello ya se probó tres veces, con éxito, en el Trofeo Immopar de París (1990-1992), disputado en el Teatro de los Campos Elíseos, donde los espectadores disfrutaron de una diversión adicional: podían adivinar la próxima jugada a través de un teclado especial, adosado a la butaca. En 1988, un equipo de TVE ganó el premio especial del jurado en un festival de documentales deportivos con unas imágenes sobre el lenguaje corporal de Gari Kaspárov y Anatoli Kárpov, adornado con la banda sonora de la película Los gritos del silencio.

Unos meses antes, la retransmisión en directo de la última partida del Mundial que los dos rusos disputaron en Sevilla fue seguida por trece millones de espectadores, según la empresa Ecotel; las cadenas privadas aún no habían comenzado a emitir en aquel momento. Los 39 programas de la serie En Jaque, producidos y emitidos por TVE entre 1990 y 1991, merecieron un premio de la Universidad de Oviedo “por su especial aportación a la difusión cultural”. El principal gancho de la serie fueron dos partidas que los espectadores jugaron contra Kaspárov, a razón de un movimiento por segundo; el campeón ganó una y perdió la otra.

La FIDE y su empresa filial, FIDE Comercio, trabajan ahora a marchas forzadas para lograr patrocinadores del Campeonato del Mundo y de un Gran Premio recién creado, al estilo de los de motociclismo y Fórmula 1. La televisión y el apoyo de los torneos de más prestigio son fundamentales para lograr su objetivo. Tras desenterrar el hacha de guerra contra los organizadores de Linares, Wijk aan Zee (Holanda) y Dortmund –les amenaza con montar torneos en las capitales de esos países y en las mismas fechas-, FIDE Comercio parece haber empezado bien su asalto a la pequeña pantalla: “Algunos de los más experimentados productores británicos de televisión asistieron al duelo de Moscú”, asegura en un reciente comunicado.