La FIFA aplica al 'caso Balog' las nuevas reglas sobre los traspasos

Hace algo más de cinco años, la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) a favor del modesto futbolista belga Jean-Marc Bosman supuso una revolución en el mundo del deporte al suponer que se aplicara el derecho a la libre circulación recogido en el Tratado de la Unión a los jugadores al final de sus contratos. Ahora, otro futbolista modesto, estaba vez húngaro, Tibor Balog, intentaba que se aplicaran esas mismas reglas, pero a los de terceros países, ajenos a la UE, para que también pudiesen circular libremente entre los clubes de la Comunidad. Por eso su caso se conoce como el Bosman bis.

Balog decidió en su momento acudir a los tribunales porque el equipo belga Charleroi Sporting Club (RCSC), en el que había militado, pidió a los clubes interesados en ficharle, una vez finalizado su contrato en abril de 1997, una indemnización que éstos consideraron demasiado elevada y que impidió que prosperaran las negociaciones.

De ese modo, pues, Balog no pudo enrolarse ni en los franceses Laval y Nancy, ni en el noruego Skeid ni en los austriacos Salzburgo y Hartberg. 'Me siento un prisionero', se lamentó ante las dificultades que se le oponían. Al final, eso sí, el Charleroi renunció a la compensación y Balog pudo incorporarse al israelí Ironi Ashdod.

Pero, con todo, el Charleroi se negó a reconocer que no podía pedir compensaciones o cantidades por traspaso en el futuro al considerar que la sentencia Bosman no podía aplicarse a futbolistas de terceros países. Balog denunció entonces el asunto ante el Tribunal de Primera Instancia de la ciudad belga, que, a su vez, planteó en julio de 1998 una pregunta prejudicial ante la Corte de Luxemburgo.

Su abogado, el mismo que defendió a Bosman, buscaba más en la Corte europea: darle una oportunidad de oro para que se pronunciara también sobre la aplicación del Derecho comunitario sobre la Competencia al mundo del fútbol. Durante la vista, los abogados de la FIFA rechazaron que se sometiera a los clubes al rígido corsé de Bruselas. Mientras tanto, la FIFA y la Comisión Europea intentaban ponerse de acuerdo sobre el sistema de traspasos internacionales.

Finalmente, la FIFA y los abogados de Balog anunciaron ayer, en un comunicado de prensa conjunto, que el caso que les enfrentaba 'se ha resuelto de manera amistosa'. La noticia se producía justamente un día antes de que el abogado general del Tribunal de la UE se pronunciara sobre el caso, un texto que debía servir de base para la sentencia final de la Corte. 'Constatado este acuerdo, el proceso prejudicial no tiene sentido', se afirma en la nota.

La FIFA ha decidido aplicar en el caso Balog los principios de las nuevas reglas de traspasos internacionales pactadas el pasado día 5 con la Comisión Europea, según se desprende del comunicado: 'Todos los jugadores que hayan finalizado su contrato son libres para moverse internacionalmente por todo el mundo, sujetos a las disposiciones del párrafo 2 sobre compensaciones por formación'.