¿Quién cuida de los escolares?
La desgracia ocurrida en la escuela mixta de secundaria Kyanguli plantea un asunto fundamental: En caso de que los escolares mueran o resulten heridos, ¿quién se responsabiliza?
A menudo, los padres mandan a sus hijos a internados con la esperanza de que se concentren más en sus estudios. Es un acto de buena fe. Los profesores, por su parte, también aceptan su responsabilidad de buena fe (...) Pero ha habido demasiados desastres escolares como para que la relación entre padres y profesores se base en la buena fe. (...) El Ministerio de Educación debe asegurar que las instalaciones de los internados ofrecen niveles de seguridad aceptables (...), que aunque observados en el mundo de los adultos, se dan por supuestos en lo relativo a los niños.
La masificación de los dormitorios en Kyanguli impidió a los niños poder escapar. Incluso con la escasez de escuelas secundarias, no existe justificación para exponer a los niños a los peligros que supone su amontonamiento en pequeños cubículos. Los colegios privados han solventado el problema pidiendo a los padres que paguen una cantidad en concepto de seguridad cada año. Los colegios públicos deben hacer lo mismo. La seguridad no es un lujo, y debe ser vista como una parte de los gastos escolares.
(...) Como padres y profesores, debemos tomar conciencia de que si queremos estar a la altura de nuestras responsabilidades de adultos, habrá que pagar un precio. No podemos pedir que nuestros hijos se concentren en sus estudios cuando no podemos garantizarles su derecho básico a la seguridad.
Nairobi, 27 de marzo
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