Barberá invirtió casi todo lo previsto en fiestas y farolas pero no en colegios y polideportivos
El equipo de gobierno gastó sólo el 41% del presupuesto de inversiones, según los socialistas
La liquidación del presupuesto municipal de 2000 revela para el socialista Juan Soto 'una cifra preocupantemente baja' en la ejecución de las inversiones municipales, 'que se eternizan de un ejercicio a otro'. Como en ejercicios anteriores, el equipo de gobierno del Partido Popular modificó al alza el presupuesto inicial destinado a inversiones (capítulos seis y siete) y lo elevó de 10.691 millones de pesetas hasta los 34.695 millones de pesetas. Es decir, el presupuesto de inversiones se triplicó tras añadirse los remanentes procedentes de años anteriores. Una situación que se reproduce nuevamente en 2001, ya que de los 34.695 millones consignados, sólo se comprometieron en firme en el capítulo de obligaciones reconocidas 14.367 millones de pesetas.
El equipo de gobierno municipal se defiende alegando que el presupuesto de inversiones autorizado y adjudicado es mucho mayor y alcanza un porcentaje del 75%. Sin embargo, los proyectos de inversión se trasladan en muchos casos de anualidad en anualidad pese a estar adjudicados. El edil socialista Juan Soto realiza un análisis mucho más descarnado: 'Hacen una lista de ocurrencias cuando elaboran el presupuesto, porque se trata de engordar las inversiones sin tener ni siquiera el suelo necesario para ejecutarlas'.
Entre los departamentos peor parados está el de Educación. Con un presupuesto inversor de 2.152 millones de pesetas, sólo gastó en firme el año pasado 127 millones de pesetas, lo que representa menos del 6% de la partida total. La explicación está en la inclusión del convenio con la Generalitat para la construcción de colegios públicos dotado formalmente con 1.970 millones de pesetas, de los que sólo se autorizó el gasto de 375 millones. Pese a la autorización sólo se adjudicaron 47 millones, aunque finalmente la obligación reconocida por parte de la Administración local fue de cero pesetas.
Así, finalmente en todo el ejercicio, según las cuentas del Ayuntamiento de Valencia, se gastaron 127 millones de pesetas de todo el capítulo inversor que sirvieron para atender reparaciones en colegios ya existentes y urbanizar las parcelas donde hay prevista una instalación educativa.
En un caso similar se halla la delegación de Deportes, que sigue incluyendo entre su partida de inversiones el convenio con la Generalitat para construcción de polideportivos con una dotación de 2.483 millones de pesetas, de los que no hay ninguna obligación de gasto reconocida al acabar el ejercicio.
Pese a todo, la delegación de Deportes realizó un mayor esfuerzo inversor que Educación y comprometió en firme 731 millones de pesetas (21% de lo presupuestado), una cifra superior a los 240 millones consignados antes de incorporar los remanentes de años anteriores.En este caso el gasto sirvió para mejorar las instalaciones existentes y construir nuevas instalaciones de barrio.
De acuerdo con los estadillos de ejecución del presupuesto municipal, las inversiones en firme en la Devesa y L'Albufera no superaron el 20% de los 224 millones consignados. Urbanismo, que dispone de la mayor partida inversora con 6.300 millones de pestas, tampoco se caracterizó por su eficiencia, ya que comprometió como obligación únicamente 1.410 millones de pesetas (el 22,4%) del crédito disponible.
Por contra, mostraron mejor grado de ejecución inversora los departamentos del ciclo integral del agua (un 63% de los 5.837 millones consignados), jardinería y residuos sólidos (55,6% de 2.206 millones) y obras en vías públicas y expropiaciones (42% de los 5.091 millones de pesetas), que son de los que tienen mayores partidas económicas.
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