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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Vuelve el torpedo

Ian Thorpe rebaja en cinco segundos el récord mundial de 800 metros

Ian Thorpe, el joven australiano de 18 años al que apodan Torpedo por su tendencia a propulsar su metro noventa y seis a mayor velocidad de la que viajan las ondas en la piscina, batió ayer en Hobart, Australia, el récord del mundo de natación en 800 metros libres con una marca de 7 minutos, 41 segundos y 59 centésimas. Su compatriota Perkins, anterior propietario del récord, nadó en 1994 cinco segundos más despacio. Era la primera vez en su vida que Thorpe competía en la distancia.

'Era una noche para gladiadores', bromeó Thorpe en referencia a su compatriota Rusell Crowe, ganador del Oscar por la película Gladiator. Un gladiador de 18 años en bañador que, sin embargo, no dio demasiada importancia a su marca: 'La verdad es que no forcé demasiado pensando en la siguiente carrera'.

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Y es que aún tendrá más oportunidades para demostrar que puede modelar a su antojo el cronómetro dentro de la piscina. La prueba de ayer era la primera de las series eliminatorias del proceso de selección de Australia para elegir a su equipo en los Mundiales de Japón, que serán en Fukuoka en julio.

Desde su irrupción en 1998 con 15 años en los Mundiales de Perth, este adolescente desgarbado ha convertido la lectura de las listas de récords en una actividad monótona. 200 metros libres: Thorpe; 400 metros libres: Thorpe; y ahora, también, 800 metros libres: Thorpe. Ha batido 12 veces récords del mundo en dos años.

Su único rival, especialmente en los 200, es el holandés Van den Hoogenband, que ganó el sábado pasado los 100 y 200 metros libres de la reunión internacional de Glasgow. Thorpe rechazó un millón de dólares por enfrentarse al holandés en una exhibición. 'No quiero descentrarme', argumentó.

Pero el modoso Thorpe, hijo de un jardinero y una maestra, no parece descentrarse desde que a los ocho años de edad se lanzó por primera vez al agua. Fanático del grupo de música juvenil Offspring, Thorpe ha confesado que su aspiración es seguir la senda de su ídolo, Mark Spitz, que ganó siete oros en Munich en 1972. Antes le esperan los Mundiales de Japón.

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