La sencilla hija del 'Che'
La pediatra Aleida Guevara destaca en Valencia los logros de la revolución cubana y elude la mitología en torno a su padre
La sala estaba a rebosar minutos antes de que la hija del Che Guevara entrara por la puerta de la facultad de Filosofía de Valencia. Dos banderas cubanas y sendos retratos del líder revolucionarío, cuyo nombre no parece haber perdido su capacidad de evocación y convocatoria, presidían la mesa. El calor en el interior del salón de actos contribuía a dotar al ambiente del sofoco característico de la isla caribeña.
Mucha gente joven. Estudiantes, en su mayoría. Muchos de ellos se abanicaban sentados en la tarima y en los pasillos o apoyados sobre las paredes de la sala. Hubo quien propuso celebrar la conferencia en el amplio vestíbulo de lo que fue anteriormente la Facultad de Derecho. Además de ganar espacio, se hubiera creado así un cierto y oportuno ambiente asambleario. La expectación fue creciendo debido al paso de los minutos y a la incesante afluencia de público. Las dos puertas de acceso pronto se convirtieron en improvisados y abarrotados palcos. Otros decidieron quedarse por los pasillos de la facultad.
Manuel Vicent, del PCPV, partido organizador del acto de ayer y del resto de conferencias de Aleida Guevara en Buñol, Sagunto, Manises y Alzira, se cercioraba de que el proyector de diapositivas y el sonido funcionaran sin problemas. Confesaba su sorpresa por la gran concurrencia de público, sin duda atraído por el perenne reclamo del Che y por la militancia en contra del bloqueo de EE UU a Cuba. El líder de EU, Joan Ribó, el concejal de esa formación Manuel Ibáñez y el industrial y mecenas Jesús Martínez Guerricabeitia, entre otros, no se perdieron la cita.
Al final llegó la hija del revolucionario argentino fallecido en 1967. Ajena a toda la expectación, accedió educadamente a hablar unos minutos con los periodistas, pero no parecía muy cómoda delante de la cámara de televisión. Dijo que nunca había tenido la sensación de ser la hija de un mito, sino de un hombre, un hombre extraordinario sí, pero un ser humano, nada de mito ni de icono. En todo caso, prefiere emplear la palabra ejemplo, más que otros vocablos cargados de reverencia. 'Él siempre pidió que sus hijos fueran dignos', añadió.
La palabra dignidad es recurrente en su conversación. Con dignidad y orgullo aseguró llevar el nombre de su padre. Ser hija del Che Guevara no es más que 'un accidente genético', comentó al inicio de su conferencia ante un auditorio entregado gracias al cual dijo sentir 'auténtico calor humano'. Pero el suyo es un accidente que marca, lo que explica que sin dedicarse a la política, recorra ciudades hablando de las consecuencias que provoca el bloqueo y de la dignidad que muestra la resistencia del pueblo cubano.
'En Cuba, los poetas, los músicos... cualquiera puede hablar de política y de lo que está pasando', explicó Aleida Guevara sobre sus conferencias y su gira de apoyo al régimen castrista. Ella comparte con su padre los estudios de medicina. De hecho, ejerce de pediatra en un hospital de Cuba. Allí es muy conocida sobre todo por su sencillez y su dignidad, siendo hija de un mito mundial.
Al menos así lo comentaban ayer las cubanas Marta Campos, cantautora -'trovadora', matizó- y Matilde Padró, estudiante de doctorado en Valencia de Derecho Mercantil, presentes en el acto de ayer. 'Podía vivir del mito de su padre, pero la dignidad la lleva en la sangre y trabaja como pediatra', comentó una, mientras la otra asentía.
Se nota la preocupación de Aleida Guevara por los niños y la medicina. En su conferencia subrayó los logros de la revolución cubana en el campo de la medicina al combatir contra una de las tasas de mortandad infantil más elevadas, heredada del régimen anterior.
La hija del Che se remontó a principios del siglo XX para explicar la mísera situación que condujo al alzamiento y al éxito comandado por Fidel Castro y su propio progenitor en 1959. Recordó el analfabetismo reinante en los tiempos en que los EE UU querían que 'Cuba fuera una estrella más de su bandera', durante los 50 años de neocolonialismo americano, inmediatamente posterior a la pérdida de la guerra por parte de España.
Durante su estancia en tierras valencianas, Aleida Guevara ha defendido el régimen castrista, ha criticado las promesas incumplidas de las democracias corruptas que vivió la isla y ha reivindicado la lucha para salir de la pobreza 'que no miseria' de Cuba debido al bloqueo. 'El bloqueo americano sirve para que el ejemplo de Cuba no cunda en otros países del tercer mundo', afirmó Aleida Guevara.
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