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El PSOE revisa su censo de afiliados para 'limpiarlo' de irregularidades

Los militantes que no domicilien la cuota pasarán a ser simpatizantes

Anabel Díez

Para el próximo 1 de enero, el nuevo censo deberá estar cerrado y los dirigentes confían en que a pesar de la 'limpieza' sus efectivos no decrecerán, ya que los que no sean militantes serán simpatizantes. La cifra oficial actual de afiliados, a 31 de enero de 2001, es de 419.155 personas, de las que 300.152 son hombres y 119.003 mujeres.

Las federaciones de Murcia y Valencia han pedido ser las primeras en ajustarse al nuevo esquema de afiliación, que proviene de un mandato del 35º Congreso, en el que se acordó la 'agilización' para adquirir la condición de militante y la 'normalización del censo'. El pasado jueves, todos los afiliados del PSOE recibieron una carta firmada por el secretario de organización, José Blanco, y el coordinador de la Oficina de Afiliación y Censos, Víctor Morlán.

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A los afiliados se les anuncia que todos los afiliados 'no cotizantes' pasarán a ser simpatizantes, se pondrá en circulación un nuevo carné y se establecerá un nuevo sistema de cobro de cuotas a través de domiciliación bancaria. Aunque esta última medida pueda resultar extraña, por obvia, lo cierto es que en el PSOE persiste un sistema 'decimonónico', según sus dirigentes, que consiste en que los militantes abonan su cuota personalmente en su agrupación cada mes y como acuse de recibo se les da 'un sello'.

El sistema es piramidal, por lo que la agrupación local tiene que abonar a la provincial un porcentaje de las cuotas, la regional reclama su participación a la provincial y, por último, queda otra porción para la federal. A partir de enero de 2002 la pirámide se invertirá. Toda la recaudación irá a la ejecutiva federal; ésta entregará una parte a la regional y seguirá el proceso hasta la agrupación local.

Resistencia local

La revisión del censo está pendiente desde hace muchos años y siempre ha chocado con fuertes resistencias de los niveles locales, según reconocen anteriores dirigentes socialistas, que consideran 'una revolución' que desde la sede federal de la calle Ferraz de Madrid se controle el censo y las cuotas.

La nueva ejecutiva en sus siete meses de trabajo interno, sobre todo la secretaría de organización que dirige José Blanco y de Comunicación Interna al frente de Enrique Martínez, ha detectado la imposibilidad de conocer realmente quiénes son sus militantes, según se pone de manifiesto en un estudio interno tomando como referencia la base de datos del censo general del PSOE.

Lo primero que han apreciado es la nula actualización del mismo por lo que, junto a la carta en la que se dice a los militantes que informen a la federal de la cuenta en la que desean que se les cobre la cuota, se adjunta un estadillo para que den cuenta de todos sus datos personales y profesionales.

'El hecho de que no exista un proceso de renovación sistemática del censo tiene como consecuencia que algunas variables, como el estado civil, la profesión, el nivel de estudios, no obedezcan a la realidad actual', se lee en el citado estudio. 'El proceso de normalización del censo permitirá realizar una foto del partido nítida que posibilite nuevas líneas de trabajo con la militancia', continúa este informe.

En la preparación de las instrucciones han surgido voces en el seno del PSOE temerosas de que la militancia pueda quedarse en la mitad si no responden todos los que actualmente no pagan las cuotas. La decisión de hacerlo es firme, pero se adelanta que el número no decrecerá por cuanto que el censo lo compondrán 'los militantes y los simpatizantes'.

La figura del simpatizante todavía no existe, pero será una realidad a partir del mes de julio tras la conferencia política en la que aprobará un reglamento sobre quienes estén en esa condición. A ese bloque pasarán los que no abonen las cuotas, que perderán derechos como es el de votar en los congresos a sus dirigentes.

La duda persiste respecto a si los simpatizantes podrán o no participar en las primarias para elegir a sus candidatos electorales, lo que se solventará en el debate previo a esa conferencia que recorrerá todo el partido, como si de las ponencias de un congreso se tratara, durante dos meses.

José Blanco
José Blanco

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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