Tres personas, declaradas culpables del asesinato por encargo de un payés
Uno de los acusados intentó huir al conocer el veredicto del jurado
Los miembros del jurado han considerado, por ocho votos a favor y uno en contra, que Pilar Canals, la mujer de la que estaba enamorado Caubet, encargó la muerte de éste y pagó por ella.
Para llegar a esta conclusión, los jurados han tenido en cuenta las pruebas policiales y de los médicos forenses, y en especial las grabaciones de diversas conversaciones telefónicas que mantuvo con Hernández, responsable de una empresa de seguridad a la que acudió la acusada para eliminar al payés, un viudo de 63 años que no dejaba de importunarla y de entorpecer un próspero negocio de sadomasoquismo que regentaba en Barcelona con su hermana y su cuñado, Francesc Casas.
El jurado ha declarado a Hernández y Angelats autores materiales del asesinato previo cobro de dos millones de pesetas. Las principales pruebas han sido, además de los informes periciales, diversas conversaciones telefónicas interceptadas por la policía y las ropas empapadas de sangre supuestamente pertenecientes a Caubet que fueron encontradas en el maletero del coche de Angelat cuando fue detenido de forma casual en Montcada i Reixach dos días después del crimen.
No hay cadáver
El veredicto del jurado dejá resuelto un crimen muy peculiar, ya que no se ha encontrado el cadáver y Casas, implicado también como inductor y principal testigo de cargo, falleció en extrañas circunstancias dos semanas antes de la fecha fijada para el juicio. La fiscal del caso solicita 16 años de prisión para Canal y Hernández, y 19 para Angelats. Los tres se hallaban actualmente en libertad tras haber pasado dos años en la cárcel.
Instantes después de darse lectura al veredicto de culpabilidad del jurado, el presidente del tribunal, atendiendo una petición expresa de la fiscal, ordenó el ingreso inmediato en prisión de los acusados por la gravedad de los hechos cometidos y de las penas que se les pueden imponer. En ese momento, Hernández se levantó y se dirigió a la puerta de la sala con la supuesta intención de huir, puesto que se abalanzó contra los agentes de los Mossos d'Esquadra antes de que procedieran a esposarlo. El intenso forcejeo duró varios minutos y fue necesaria la intervención de una docena de agentes para conseguir reducir al acusado, de complexión robusta.
