INVASIÓN PACÍFICA DE BAHÍA COCHINOS
Las arenas de bahía Cochinos recibieron este fin de semana una visita muy especial: la de cinco exiliados cubanos de la Brigada 2.506 que hace 40 años desembarcaron en estas playas armados hasta los dientes para derrocar a Fidel Castro. Esta vez lo hicieron en son de paz y acompañados por Jean Smith Kennedy, hermana del asesinado presidente John F. Kennedy, que en la madrugada del 17 de abril de 1961 dio el visto bueno a la famosa invasión, financiada y organizada por la CIA. Cuatro décadas después de aquel histórico suceso, Jean, su hijo William y una delegación norteamericana de medio centenar de personas participaron en la conferencia académica Girón, 40 años después, que concluyó el sábado en el escenario de los combates con una llamada a la reconciliación y un comunicado en el que se expresa el deseo de que el éxito del seminario 'sirva de modelo para continuar la ampliación de un diálogo sobre este y otros temas importantes en el prolongado conflicto entre Estados Unidos y Cuba'. Visiblemente emocionada después de un paseo por playa Larga, donde murieron 70 cubanos de ambos bandos, la hermana de JFK declaró: 'Creo que ahora podemos dejar todo eso en el pasado y construir nuevas amistades'. 'La invasión fue algo muy triste, porque se perdieron muchas vidas, pero creo que es maravilloso que podamos encontrarnos aquí para aprender mutuamente', añadió. Preguntada por lo que hubiera opinado su hermano de esta conferencia, Jean Smith Kennedy afirmó: 'Diría que es importante meditar y mirar al futuro'. Otro de los participantes en la conferencia fue el ex asesor especial de Kennedy entre 1960 y 1963 Arthur Schlesinger, que mostró su oposición al embargo norteamericano decretado por su Gobierno contra Cuba en 1962. 'Han desaparecido las causas que lo motivaron', aseguró el octogenario Schlesinger, quien hizo votos para que las tormentosas relaciones entre los dos países puedan restablecerse antes de su muerte. Durante el paseo por bahía Cochinos y playa Girón, Alfredo Durán, veterano de la fuerza invasora, se estrechó las manos con el militar cubano que disparó contra él en abril de 1961 desde una trinchera revolucionaria, y expresó su 'tributo y homenaje a todos los cubanos que murieron en estas playas, a los de las fuerzas revolucionarias y a los de la Brigada 2.506, con la esperanza de que estos hechos no se repitan más en nuestra historia'.-
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