No menos inmigrantes

A diario leo con interés las notas acerca de los problemas de los inmigrantes en España, justamente porque soy extranjero buscando frustradamente empleo en Madrid. Mi caso particular tiene la variante de que soy ingeniero en informática y he completado, además, una maestría en administración, ambos grados obtenidos en lo que muchos consideran las mejores escuelas de su área en Latinoamérica. Por ello, no dejo de leer también las notas frecuentes acerca del problema del déficit de especialistas en 'nuevas tecnologías' en el país (que, la verdad, no sé si es mayor o menor al de la gente que trabaja en el campo). Estoy en Madrid porque mi novia comenzó el mes pasado un doctorado que le requerirá estar aquí entre dos o tres años, y yo decidí, quizá de manera un poco ingenua, venir a España a trabajar mientras ella cursa su posgrado. Después de casi dos meses de seguir las vías tradicionales y querer hacer las cosas 'bien', todo parece indicar que tendré que regresar a mi país de origen, puesto que el Gobierno no permite comenzar el desconcertantemente tardado trámite para el permiso de trabajo hasta que el 'inmigrante' tenga una oferta de trabajo en firme, y las empresas no hacen esa oferta por no estar dispuestas a (o simplemente no poder) esperar a que se realice el trámite de duración indefinida (pero, inequívocamente, de varios meses). Mientras tanto, los sectores público y privado se lamentan por las casi 300.000 vacantes que impiden que España se ponga al corriente con el mundo 'moderno', y que amenazan con extender dicha distancia. Entre lo poco que leí acerca de la 'Cumbre de nuevos empleos y tecnologías' inaugurada hace unos días por el señor Aznar, se mencionó mucho la necesidad de crear programas educativos para formar profesionales, pero mi esperanza de que se vislumbraran mociones a favor de facilitar la entrada a extranjeros capacitados se quedó en eso. Ojalá que España pronto reconozca los beneficios que les ha traído a Irlanda, Inglaterra, Alemania y, particularmente, Estados Unidos el facilitar la entrada a extranjeros que pueden aportar algo al país que les permite trabajar dentro de sus fronteras.-