Arte actual
No despreciar lo que se ignora. Costumbre ancestral y comentada por los escritores, es la actitud del español, de despreciar aquello que se ignora. Ello viene a cuento en relación con el artículo Cartuja, de Luis Manuel Ruiz, publicado en EL PAÍS el 7 de marzo.
El arte ha sido siempre, y seguirá siéndolo, un acto de comunicación y se consiga o no este propósito hay que tenerle el respeto que se merece.
Soy un futuro licenciado en Historia del Arte que intenta especializarse en el mundo del arte actual, complicado pero bonito. En el artículo citado se peca de esa ausencia de respeto que tanta falta hace al arte actual. Cómo se puede pedir un acercamiento de la gente a la creación artística más actual cuando los periódicos, los profesionales del medio, siguen utilizando el desprecio hacia algunos artistas.
No voy a entrar en la consideración de Pedro Mora como 'alguien', y cito textualmente 'que se ha dedicado a fabricar zancos de aluminio, a torturar muchachas'. Pedro Mora es uno de los artistas contemporáneos más interesantes del momento que además de haber recibido multitud de premios y exponer en ARCO desde hace años, colabora con la galería Soledad Lorenzo, quizá la de más renombre de este país.
De acuerdo que la obra de Kosuth es interesante. También lo es la de Bill Viola o Rebecca Horn.
Hay olvidos injustificables en el artículo respecto de artistas de la colección del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. A estas alturas no vamos a descubrir a Gordillo, a Guerrero, a José María Sicilia, Manuel Salinas, Guillermo Pérez Villalta o Joan Brossa.
En Andalucía estamos pecando de lo contrario que en otras partes de España, que defiende a sus artistas contemporáneos y a ellos dedica principalmente sus exposiciones. Todo lo que viene de fuera nos parece excelente, y aunque la colección Patchett es muy interesante, la colección de la Cartuja no lo es menos.
La colección de arte de la Cartuja es, por fin, una realidad, y aunque todavía le queda mucho para ser completa, se ha dado un primer paso interesante. Sin embargo, no es mi objetivo reivindicar dicha institución, sino únicamente pedir respeto hacia el arte contemporáneo.
Si seguimos ninguneando a algunos artistas actuales, ARCO no dejará de ser un espejismo, y Sevilla, la periferia del arte.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
