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Reportaje:

'Gaiates' de luz y polémica

La entrega de premios a los monumentos castellonenses de la Magdalena se convirtió en una batalla de sectores

María Fabra

Las previsiones se cumplieron. Con los ánimos caldeados tras la polémica jornada previa, ayer se otorgaron los premios a las gaiates de 2001. Después de que uno de los actos principales de las fiestas, la encesa de las gaiates, resultara absolutamente enturbiada y fallida por una mala organización y el soberano enfado de las distintas comisiones, la plaza Mayor de Castellón se convirtió, en la tarde-noche de ayer, en un auténtico hervidero festero. Pese a que algunos entendieron el plante de las comisiones como un boicot, la mayoría (sólo se encendieron tres monumentos) lo ven como un acto de protesta ante la que entienden una mala organización.

Quizá por ello y ante el rumor que inundó Castellón durante todo el día, varios miembros de otras tantas comisiones de sector acudieron cargados de huevos con el fin de manifestar su protesta ante los predecibles premios. Sin embargo, la sangre no llegó al río y los miembros de las comisiones se mantuvieron respetuosos y prefirieron utiliza otras armas que, quizá, les otorguen la razón. Las gaiates que el lunes aceptaron encender sus monumentos y no unirse a la protesta mayoritaria fueron la número 8, Portal de l'Om, la número 15, Sequiol, y la 18, Cremor. Durante la entrega de los premios se oyeron continuos silbidos, y éstos se incrementaron notablemente cuando se anunció el nombre y número de la gaiata triunfadora, pero fueron ciertamente insonorizados por los aplausos de los vencedores.

La primera, la número 8, logró el premio a la mejor gaiata de 2001, al mejor diseño de llibret, el segundo de promoción del valenciano y el tercero a la mejor gaiata infantil (lo que suponen cerca de dos millones de pesetas). Cabe resaltar que esta gaiata fue también la ganadora de la pasada edición de la Magdalena y está realizada por el artista Pepín Marco. El propio presidente de la comisión del sector, José Rovira, definió el monumento como 'clásico'. Para él, el premio fue una 'recompensa' al trabajo de la comisión. Éste es un monumento de madera y vidrio como materiales principales, con 24 vidrieras de colores y ornamentación barroca.

A la número 15 se le otorgó el quinto premio a la mejor gaiata infantil y el cuarto a la mejor de 2001. La 18 logró el premio a la mejor iluminación, el sexto en el apartado infantil y el segundo a la mejor gaiata de 2001.

Otro de los ganadores fue el sector 12, El Grau, una de las que intenta renovar la estructura y el monumento, que recibió el premio a la mejor gaiata infantil y el sexto a la mejor gaiata de 2001.

La gaiata número 4, L'Armelar, logró tanto el cuarto premio a la gaiata infantil como a la grande. La número 14, Castalia, recibió el premio a la mejor portada de llibret. El premio de promoción del valenciano, concedido por la Generalitat, fue otorgado al llibret de la colla Rebombori, un texto lleno de artículos y poemas sobre las tradiciones castellonenses. El premio al mejor artículo sobre las fiestas se lo llevó la colla El Magre por Arrels de futur. Es decir, volvió a triunfar la monumentalidad y el barroquismo.

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Hay quien dice que lo que necesita un replanteamiento no es la gaiata sino la significación del símbolo y como llega hasta el espectador. Hay otros que apuntan que la estética de la fiesta precisa de una urgente renovación.

Corría el año 1913 y presidía el Ayuntamiento de Castellón Rafael Gasset Lacasaña cuando el consistorio encargó la primera gaiata monumental y transportable para que acompañara a la procesión que se realiza tras la tornà de la romería. Aquel modelo, realizado por Vicente Castell, consistía en una estructura de mezclas, algo ecléctico que ha pasado a convertirse en modelo a seguir durante más de ochenta años. Entonces causaron sensación entre el público, ahora siguen desfilando y provocan la admiración sólo de unos cuantos. Aquellas presentaban como novedad una estructura diferente a la conocida hasta el momento. Las actuales sorprenden por, en la mayoría de los casos, el conservadurismo que algunos piensan bastante desligado de la tradición. Cabe, como muestra, un hecho. La Societat Castellonenca de Cultura, en sus más de ochenta años de vida publicando boletines no ha dedicado ni un solo escrito a los monumentos que, según dicen, sostienen las fiestas de la Magdalena.

La <i>gaiata</i> ganadora, del sector 8 Portal de l'Om, anoche tras conocerse el premio.
La gaiata ganadora, del sector 8 Portal de l'Om, anoche tras conocerse el premio.ÀNGEL SÁNCHEZ

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