Benidorm asedia a Pedro Zaragoza
Las presiones municipales estrangulan diversos proyectos urbanísticos del impulsor de la revolución turística
'Mi problema es que sé demasiado', diagnostica, 'por eso me quieren ver muerto'. Pedro Zaragoza fue alcalde de Benidorm entre 1951 y 1967, y su mandato coincidió con el despegue urbanístico de esta población de pescadores de La Marina, que él puso en el mapa del turismo. Bajo su mandato se realizó el Plan General de Ordenación Urbana, el primero de España que contemplaba todo el término municipal como edificable, y que tantas fortunas indígenas propició. Sin embargo, la política fue su ruina económica. También rompió esta norma. Los negocios familiares, que había dejado en manos ajenas, empeoraron tanto como mejoraron los de su gestor, por lo que perdió su casa de la calle de Tomás Ortuño, una de las mejores de Benidorm, y hubo de hipotecar las posesiones familiares para salir a flote.
'Quizá ahora estoy pagando la factura por haber hecho cumplir la ley en mi época de alcalde'
Una de ellas fue un solar en la partida El Curt, en Benidorm, que había quedado en el linde del plan general y que había sido adquirido por su abuelo, Pedro Zaragoza Such, el 11 de agosto de 1911. A este solar de 21.700 metros cuadrados, su abuelo había incorporado otras parcelas compradas en 1928 a Juan Zaragoza Pelufo, hasta conformar una superficie de unos 38.000 metros cuadrados. Este terreno, que había pasado a ser propiedad del ex alcalde por herencia de su padre, fue hipotecado por 40 millones de pesetas en 1971 en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y La Rioja, una hipoteca que sería cancelada posteriormente. Aunque unos años después, en 1978, sería gravado de nuevo junto a otras propiedades con dos hipotecas en la Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, una de 20 y otra de 40 millones de pesetas.
Entre 1984 y 1985 se interesaron por el solar varios promotores, entre ellos Gabriel Izquierdo, Promociones Fuster, Federico March, Juan Ferri Guardiola, José Pineda Sendra, José Ivars Bertomeu, José Ramis Tent y Antonio Senén Rivera Fresno. Sin embargo, el propietario no llegó a ningún acuerdo con ellos, puesto que el Ayuntamiento de Benidorm, presidido por el socialista Manuel Catalán Chana sólo concedía licencia para construir bungalós en una parcela edificable de 35.075 metros cuadrados. Los compradores se retiran por considerar el proyecto 'poco rentable', ya que además había que pagar a la Caja de Ahorros de Alicante y Murcia 23.352.000 millones de hipoteca y otros 38.112.800 de intereses.
Todos los intentos de negociación para que el Ayuntamiento conceda una licencia para construir edificios de los habituales en Benidorm, tipo torre, resultan fallidos. Tanto en la corporación de Catalán Chana, como en la que el 22 de noviembre de 1991, a través de una moción de censura apoyada por la tránsfuga Maruja Sánchez, obtiene el popular Eduardo Zaplana.
Por último, la entidad financiera, que como resultado de un cambio de imagen ha pasado a llamarse Caja de Ahorros del Mediterráneo, envía a Pedro Zaragoza un comprador, la empresa Promociones Financieras y Turísticas, SA, que adquiere el solar por 180 millones de pesetas. Con la operación, la CAM cobra la deuda de Zaragoza, que ronda los 70 millones de pesetas, y el ex alcalde de Benidorm logra desembarazarse de un solar que no admite grandes proyectos y cuyos intereses se lo están zampando. Pero Zaragoza ignora en ese momento que la operación será pronto 'rentable' y que el comprador 'lo sabe'.
El solar entra en un Plan Parcial del Ayuntamiento, ya presidido por el popular Vicente Pérez Devesa, por el que el nuevo propietario obtiene una licencia para construir edificios tipo torre y así rentabilizar al máximo la obra. De momento, el Ayuntamiento no ha ofrecido ni un solo dato sobre esta operación. 'Todo lo que el Ayuntamiento me niega a mí', denuncia Zaragoza, 'se lo permite al nuevo comprador'. 'Este señor, que me compra por 160 millones, tengo noticias de que ha sacado 2.000 millones de pesetas con la operación', se indigna. 'O sea que cuando es mío no es legal y cuando deja de serlo se convierte en legal. Es un atropello, un robo. No es justo que ocurra esto ni conmigo ni con nadie', se duele.
La del solar de la partida El Curt no es la única situación de exclusión que ha vivido el ex alcalde de Benidorm. Otro de los solares de su propiedad, el solar FISHA, que toma nombre de la empresa a la que perteneció (Fomento Industrial Hotelero, SA), en Serra Gelada, también sufrió un proceso singular. Antes de meter este solar en el paquete de la quiebra, FISHA lo cedió a Pedro Zaragoza en concepto de lo que adeudaba a una de sus empresas de suministros, 'ya que no había apretado en los cobros'. 'El solar estaba lleno de pinos', describe Zaragoza, 'y yo, en vez de cortarlos como hicieron los de alrededor, los cuidé'. Al poco tiempo cedió el terreno a una empresa a cambio de obra, y cuando se disponían a construir, en 1988, el Ayuntamiento hizo una revisión del plan general y declaró zona verde el solar FISHA y L'Illa de Benidorm.
'En el Ayuntamiento me dijeron que como había pinos lo declaraban zona verde. ¡También había en todos los solares de alrededor y los cortaron todos!', exclama. En efecto, todos los solares del entorno fueron reemplazados por edificios. La imposibilidad de construir allí llevó a la quiebra a la empresa constructura que había adquirido el solar a cambio de obra, y que era propiedad de Fabián Ribes y Longino Sánchez. Ahora el terreno es propiedad de Ferrovial.
Pero aún hay más. La Consejería de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes contempla un proyecto desde hace unos diez años 'para mejor comunicar Benidorm con L'Alfàs del Pi', poblaciones que ya cuentan con cinco vías de comunicación. Esta carretera pasa justamente por encima de la casa en la que vive Pedro Zaragoza, La Cambreta del Xano, que fue de su abuela y se encuentra en la partida de L'Alfambra. El litigio se encuentra en el Tribunal Superior de Justicia valenciano. 'Me persiguen porque no me arrodillo', prorrumpe. 'Un político me dijo un día: tienes que darles coba o te joderán. No me he arrodillado nunca y no voy a hacerlo ahora ante quien sea', manifiesta enérgico.
En su etapa de alcalde, Zaragoza evitó algunas operaciones especulativas en Benidorm, lo que le acarreó no pocas enemistades y odios entre los empresarios de la construcción. También ha denunciado públicamente el cierre de las zonas del retranqueo de las torres, destinadas a jardín, piscina y aparcamiento, para dedicarlas a otros usos, una irregularidad que afluye en Benidorm ante la pasividad del Ayuntamiento. 'Lo de los retranqueos es una auténtica barbaridad, es robar', define. 'El Ayuntamiento quería legalizar estas situaciones porque son muchas. Pero son muchas porque no han querido cortar por lo sano. Pierden votos y tienen que enfrentarse con ciertas familias de aquí o con ciertos constructores', justifica.
Gran parte del urbanismo surgido en Alemania e Inglaterra tras la guerra mundial, con la reconstrucción de las ciudades, eliminó la tradicional gran zona verde y la incorporó al hábitat para facilitar su uso en los nuevos ritmos de vida que imponía el progreso. Éste es el sistema que adoptó Benidorm con su Plan General a través de los retranqueos de los edificios, dejando una superficie que no se puede edificar y que paulatinamente está desapareciendo sin que desde la Administración local se haga nada para evitarlo. 'Mientras estuve al frente del Ayuntamiento de Benidorm no se hizo nada de esto y se cumplió la ley: por eso me odian a muerte y quizá estoy ahora pagando la factura', consigna. 'No han podido cogerme en ninguna irregularidad en todo mi mandato. Prueba de ello es que un día fui al Ayuntamiento y el entonces teniente de alcalde socialista, Ángel de la Fuente, dijo ante sus compañeros: 'Éste es honrado, porque hemos buscado por todas las partes donde ha estado, en el Ayuntamiento, en la Diputación... y no hemos encontrado nada'. Eso dijo. Habían tratado de buscarme las cosquillas y no encontraron nada', concluye.
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