_
_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Raseros

Me asombra el doble rasero que se aplica en el tratamiento de los asuntos políticos de actualidad. El criterio cambia con cada polémica, adaptándose a los intereses de los grupos de presión. Y esto con la frialdad del que actúa conscientemente: admitir inadvertencia supone instalarse en la estupidez.

Un ejemplo de esto lo encontramos en el tratamiento de las noticias sobre genética. Se alza el clamor de la ira ante los alimentos transgénicos. Se rechazan en virtud de peligros intuidos de los que nadie tiene seguridad, de los que ningún médico ha elaborado dictámenes claros, ocultando la finalidad que se esconde detrás: es una nueva forma de imponer aranceles económicos, es una mera medida de presión mercantilista.

En cambio, el criterio cambia totalmente cuando nos enfrentamos con los embriones sobrantes de la fecundación in vitro. Ahora se va a permitir su manipulación -en Inglaterra ya lo han hecho, en Francia están a punto de hacerlo- en virtud de unas pretendidas ventajas de las que tampoco nadie tiene seguridad: la experimentación con embriones no reporta beneficios técnicos mayores que la experimentación con células madre y éstas, a cambio, no plantean el más mínimo problema ético. Detrás de esta decisión están las presiones de los lobbys de las empresas farmacéuticas y de los hospitales de vanguardia. Y quizá también la mala conciencia de los que aprobaron la fecundación in vitro sin pensar en los embriones sobrantes y que ahora quieren quitarse ese problema de encima.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

¿Por qué rechazar lo transgénico en alimentos y aceptar lo transgénico en embriones humanos?

Quizá me equivoque, quizá el criterio sea el mismo en ambos casos: optimizar el beneficio económico inmediato sin reparar en retrógrados planteamientos del puritanismo moralista que lleva retrasando el progreso tantos siglos. Así nos va.-

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_